Reforma estructural vs. estabilización, el debate del final de la luna de miel

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Los primeros 30 días de luna de miel del gobierno de Javier Milei llegan con cierta amargura para el gobierno libertario. El plan de ir por todo con la fuerza del cielo pero con la tracción a sangre de la ley, la Justicia y los legisladores, trae ya algo de frustración en momentos en que el romance con los mercados flaquea precisamente a la par de lo que se suponía, el déficit de gobernabilidad con el que llegó al poder La Libertad Avanza.

La reacción del vocero presidencial relacionando el repunte de los dólares financieros con la falta de aprobación del plan libertario, refleja ese débil balance. “Nosotros hacemos nuestra parte, y necesitamos que la política haga su parte”, dijo Manuel Adorni en referencia al Congreso.

“Que se apruebe o no (la ley ómnibus) depende exclusivamente del Congreso nacional y de la política que allí está representada. Para nosotros, las reformas son necesarias para evitar el desastre. Lo que vimos en el mercado financiero puede ser apenas una muestra gratis de lo que puede suceder si lo que nosotros planteamos como el cambio la política no lo acompaña”, advirtió.

“Lo que vimos en el mercado financiero puede ser apenas una muestra gratis de lo que puede suceder si lo que nosotros planteamos como el cambio la política no lo acompaña”, advirtió el vocero.

Más allá del despecho después de tres semanas de romance con los mercados, el funcionario dio pie a un debate de segunda generación: la dificultad de haber colocado en el mismo plano las reformas estructurales con el plan de estabilización.

El director de Equilibra, Martín Rapetti, señaló con agudeza que “las reformas ‘estructurales’ tienen efectos en el largo plazo. No van a hacer que en tres meses la inflación baje y la economía crezca. No tiene sentido que esa agenda obstaculice la estabilización de corto plazo. Solo con goles, partido por partido, se gana el campeonato”, señaló en las redes sociales para cuestionar la estrategia oficial.

Por el contrario, el economista Luis Secco advirtió, en rescate de la necesidad y la urgencia de los planes oficiales, que “muchos diputados no entienden que no hay estabilización posible sin reformas en simultáneo. No van por separado. Estabilidad y reformas forman parte de un programa integral”, agregó en X.

Es temprano para sellar los destinos del DNU 70 y de la ley ómnibus. Pero la inestabilidad del dólar está atada ahora a la incertidumbre del plan fiscal, un árbol escondido en el bosque de reformas sometidas a los avatares judiciales y legislativos.

En estos 30 días la licuación de los pasivos en pesos en la economía es la política más avanzada, de la mano del sinceramiento de los precios. Una inflación menos descontrolada que la prevista será un activo que puede aprovechar el Gobierno. Pero la ausencia de pautas de ingresos en un contexto en el que se redujeron sensiblemente pueden amenazar, con urgentes necesidades a quienes deberán sustentar con el consumo y el consenso las grandes reformas.

Fuente: https://www.cronista.com/