Si bien al momento no existe una cura, algunos investigadores han asegurado que seguir distintas prácticas o contar con algunos hábitos saludables pueden reducir el riesgo de padecerlo.
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Alzheimer: ¿cuáles son los principales síntomas?
Los individuos que comienzan a padecer este tipo de demencia son reconocibles por los principales signos o síntomas que se pueden evidenciar, tales como:
Problemas de memoria.
Dificultad para concentrarse.
Complejidades para seguir una rutina diaria.
Cambios en la personalidad.
Empeoramiento de la capacidad para tomar decisiones.
Problemas para realizar más de una tarea al mismo tiempo.
Las tres prácticas para combatir el Alzheimer
Distintos estudios e investigaciones realizadas a lo largo del tiempo han dado a conocer cuáles son los hábitos y prácticas que se deben seguir para reducir el riesgo de padecer este tipo de demencia.
1. Mantener sano el corazón
En primer lugar, resulta fundamental atender a la salud cardiovascular, ya que un corazón sano puede conducir a disminuir la propensión de padecer ciertas afecciones, como el Alzheimer, según ha revelado un metaanálisis.
Cabe destacar que l a Alzheimer’s Association y el NIA exponen a la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes como factores que aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de demencia.
Diversos estudios han asegurado que existen tres hábitos que contribuyen a disminuir los riesgos de padecer Alzheimer. Foto: Archivo.
Comer saludable
En la misma línea de relevancia a la hora de iniciar una rutina saludable, se destaca la ingesta de determinados alimentos considerados nutritivos. En este sentido, existen una serie de dietas a seguir que pueden convertirse en las mejores aliadas para disminuir las chances de padecer Alzheimer.
La investigación arribó a la conclusión que la dieta mediterránea y la dieta MIND ( Mediterranean-DASH Diet Intervention for Neurodegenerative Delay, por sus siglas en inglés), contribuyen en atenuar los signos de la enfermedad y bajar los niveles de placa amiloide en el cerebro.
La primera de ellas incluye alimentos tales como frutas y verduras frescas, aceite de oliva como fuente principal de grasa, preferencia por granos enteros en lugar de refinados, consumo de pescado y aves en lugar de carnes rojas, y otros productos característicos de regiones mediterráneas, como Grecia e Italia.
En el caso de la dieta MIND, implica la inclusión de frutas y verduras, pescado, nueces, aceite de oliva y granos enteros, como la avena y la quinoa.
Hacer ejercicio
Llevar una vida saludable no sólo requiere de una alimentación nutritiva sino también del complemento físico: una rutina de ejercicios. El entrenamiento no sólo permite al ser humano sentirse más fuerte, enérgico y vital, sino también reducir el riesgo de sufrir Alzheimer.
Así lo determinó la Alzheimer’s Society UK, que arribó a una serie de conclusiones con los resultados obtenidos de 11 estudios. Entre ellas, destacó que las probabilidades de contraer la enfermedad se redujeron en un 45% para aquellas personas de mediana edad que se ejercitaban de forma regular.
Si bien al momento se encuentran investigando las razones por las que la actividad física resulta beneficiosa a la hora de combatir el Alzheimer, algunos investigadores aseguran que se trataría de una hormona llamada irisina, la cual es liberada durante el entrenamiento y tendría efectos positivos sobre la cognición.
Fuente: https://www.cronista.com/