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En las últimas horas, se viralizó un video de 11 segundos que muestra los primeros instantes del caso, ocurrido cerca de las 7.30 del 4 de enero. Tomado desde la altura, el cuadro muestra a dos móviles, uno al costado y el segundo con la trompa sobre la camioneta. Siete uniformados rodean la Eco Sport: uno camina hacia una pared de ladrillos y se lamenta. Se trataría del sargento Federico Gabriel Schianini, señalado como autor del disparo fatal. De acuerdo a la reconstrucción del hecho, Schianini habría participado de la persecución junto al oficial Alexander Natanael Suárez.
Mientras esto ocurre, otro manipula el cuerpo de Lucas Acosta, de 21 años, tendido sobre la vereda. El agente lleva guantes blancos, los mismos que se utilizan para no ensuciar la escena.
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Un tercero verifica la patente de la camioneta, mientras una cuarta oficial desciende del lado del acompañante y cierra la puerta del vehículo. Luego, se saca el guante negro que cubría una de sus manos. Arribas trabaja en determinar qué rol habría cumplido cada uno de los doce compañeros de Schianini, imputado por homicidio, en el encubrimiento, delito por el que permanecen detenidos.
Todos los policías que participan de la maniobra miran una y otra vez a los costados, como si temieran ser descubiertos.
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Hay otro dato que aún no fue verificado: se cree que, luego del disparo, los policías habrían intentado trasladar a Acosta herido en un patrullero y al constatar que había muerto, habrían decidido montar la escena. En el parte, incluso, aparece una mención a esa secuencia: “Que a los fines de darle asistencia médica, los efectivos policiales mencionados lo sacan del rodado y en primera instancia lo llevan hacia la caja trasera del móvil para trasladarlo hasta centro asistencial, pero al constatar que el mismo no presenta signos vitales, lo llevan nuevamente al costado de la camioneta Eco Sport”. Tal vez deberían explicar la mancha hemática que habría quedado en el móvil.
No contaron estos agentes con que vecinos del barrio podrían grabarlos con sus celulares. Fuentes del caso indicaron que Arribas tiene en su poder otros videos de una cámara ubicada en una casa lindera que comprometen aún más a los policías involucrados. Los 13 se negaron a declarar.
Las imágenes muestran la secuencia ocurrida unos 20 minutos más tarde, cuando arribó al lugar el jefe de Comando Centro, el Comisario Inspector Albino Martínez. En ese momento, le habrían colocado al sospechoso fallecido un arma del tipo aire comprimido “a gas”, el mismo que figura en el parte original. “Cuando llega, los hace poner tipo barreta o en abanico para tapar la cámara, entra al móvil, saca una bolsa blanca y se la pone en la mano al fallecido”, explicó un investigador.
Las pericias que espera Arribas quedaron en manos de Gendarmería. En tanto, la víctima, que vivía en Puerta de Hierro y circulaba en la camioneta con pedido de secuestro y patente adulterada, no tenía antecedentes.
Los 13 policías detenidos