El tirón lo sintió en el partido con el australiano Jordan Thompson por cuartos de final del torneo de Brisbane, donde sufrió una derrota.
Ya en Melbourne se hizo una resonancia magnética y, al menos, lo tranquilizó de que esta lesión no interesara la anterior, según dijo el propio Nadal en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Era un hito importante para su recuperación jugar el Abierto de Australia, que había ganado en 2009 y 2022, pero no pudo ser.
Aunque el minidesgarro no reviste gravedad, es suficiente para impedirle “competir al máximo nivel de exigencia en partidos de cinco sets”.
“Vuelvo a España para consultar a mi médico, recibir tratamiento y descansar”, posteó.
Asimismo, añadió: “Trabajé muy duro durante el año para este regreso y, como siempre mencioné, mi objetivo es estar en mi mejor nivel en tres meses. Dentro de la triste noticia para mí por no poder jugar frente al increíble público de Melbourne, esta no es una mala noticia y todos seguimos siendo positivos con la evolución de la temporada”.
“Tenía muchas ganas de jugar en Australia, pude hacerlo en algunos partidos que me hicieron muy feliz y eso siempre es positivo”, precisó.
El deportista balear estuvo un año sin jugar luego de dos operaciones de cadera.
Aunque en el último match sintió el dolor en la de la izquierda, los estudios mostraron que fue en realidad muscular, producto del cansancio.
En la temporada anterior, antes de las cirugías, se localizaba en el tendón.
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