Un hombre fue detenido por Gendarmería Nacional en las últimas horas en una ruta provincial de ripio, en el departamento Anta. La vía, conocida por los lugareños como la ruta de los narcos es la ruta provincial 30, que une departamentos del sur de la provincia con localidades de Santiago del Estero.
La captura y el secuestro de un cargamento de cocaína se realizó poco después que el conductor del vehículo intentara evadir el control de la fuerza federal, lo que motivó una persecución por la polvorosa ruta.
Fuentes fidedignas aseguraron que parte del Escuadrón de Joaquín V. González se hallaba sobre la ruta provincial 30, cuando el conductor del vehículo al ver a los uniformados evadió el puesto de control y emprendió la fuga.
La persecución
Inmediatamente los efectivos comenzaron a seguirlo, pero controladamente hasta lograr la detención del vehículo sospechoso.
Al inspeccionar el Toyota Corolla de color gris, conducido por un hombre mayor de edad, los gendarmes con sus técnicas aguzadas descubrieron 39 paquetes distribuidos entre los paneles laterales, el tanque de combustible, debajo de la palanca de cambios en el baúl y dentro de los asientos traseros. Sorprendió que los paquetes no tenían como es habitual un kilo de cocaína cada uno.
Además, durante la requisa de todas las partes del automóvil, los funcionarios detectaron dos pistolas calibres 9 mm y 45 mm, que no tenían número de serie, como así también 21 municiones. Estas armas son consideradas armas de guerra y su tenencia o portación sin papeles constituye un delito federal grave.
El hombre que manejaba el vehículo quedó detenido en infracción a la ley 23.737.
Las pruebas de narcotest arrojaron resultado positivo para cocaína con un peso total de 20 kilos 887 gramos.
Intervino la Unidad Fiscal Federal de Salta que dispuso el labrado de las actuaciones al igual que el decomiso de la droga, el rodado y de las armas.
El negocio de la droga
El ilícito negocio del tráfico de cocaína tiene una explicación clara si se toma en cuenta que por cada provincia que atraviesa y se acerca a los centros urbanos con puerto de nuestro país, el precio de la mercancía aumenta exponencialmente.
Algunas fuentes aseguran que por kilo de cocaína boliviana en frontera, el traficante o transportista debe pagar en U$S billete unos 3.300. Si la cocaína es de origen peruano su valor es bastante mayor.
La fuente asegura que en Orán, el valor de la cocaína es de base U$S 3.500; ya en Jujuy como mínimo cotiza a U$S 4.500 y solo la mercancía recorrió poco menos de 200 kilómetros.
En Salta capital, la fuente indica que podría costar no menos de U$S 5.600. En Tucumán estaría arriba de los 7.500 dólares y en Córdoba un 30 por ciento más, mínimamente.
En las ciudades con puertos internacionales, la mercancía obtiene precios inimaginables, pero allí no llega al menudeo, tiene canales insondables para el público, incluso para las fuerzas de seguridad, advierte la fuente.