Con motivo de la conmemoración del 14 de junio, Día de la Máxima Resistencia en Malvinas, se vivió ayer un emotivo acto en el Batallón de Ingenieros de Montaña 5 “General de División Enrique Mosconi” del Ejército Argentino, con asiento en la ciudad de Salta. La ceremonia tuvo un sentido especial en vísperas del Día del Padre, cuando el Sargento Ayudante Claudio Chaile, miembro actual de la unidad, expresó con profunda emoción el orgullo que siente por ser hijo del Veterano de Guerra de Malvinas Guillermo Chaile. “Mi padre es todo”, dijo conmovido, en una declaración que condensó el valor del legado que los héroes de 1982 transmiten a sus familias y a la institución.
El acto incluyó la inauguración de la “Campana del Veterano”, un nuevo símbolo de respeto y gratitud que se activará cada vez que un excombatiente ingrese al cuartel. La iniciativa tiene como finalidad reconocer y honrar a quienes participaron en la defensa de las Islas Malvinas, especialmente a aquellos que resistieron hasta el último momento frente al avance británico.
La Teniente Coronel Julieta Retamar, jefe del Batallón, encabezó la ceremonia y subrayó la importancia del gesto como forma de mantener viva la memoria histórica. En ese marco, destacó que el primer sonido de la campana fue realizado por el propio Guillermo Chaile, quien tras combatir en 1982, continuó su carrera militar en Salta entre 1987 y 2010.
Durante el acto se escuchó una arenga militar profundamente conmovedora que acompañó el repique de la campana, en reconocimiento a los veteranos presentes y a los caídos.
La fecha elegida para la inauguración no fue casual. El 14 de junio marca el fin de las hostilidades en el conflicto del Atlántico Sur, cuando se produjo la rendición de las tropas argentinas en Puerto Argentino. Sin embargo, esta jornada es recordada por el Ejército como el día de la máxima resistencia, en alusión a los últimos combates en defensa de la soberanía.
En este marco de memoria, reconocimiento y transmisión generacional, el testimonio de Claudio Chaile resonó con fuerza. Soldado e hijo de un héroe, su presencia simbolizó el lazo indeleble entre la historia viva de Malvinas y las nuevas generaciones de militares que continúan sirviendo con orgullo.