Según el Indec, en mayo la región del NOA tuvo la inflación más baja del país, con un 1,2%, mientras que la media nacional fue del 1,5%.
Muchos se preguntaron si realmente se percibía esa moderación de los precios. Pero, claro, hay que mirar toda la película.
Al analizar los primeros cinco meses del año, el NOA acumula la inflación más alta de la Argentina, con un 14,3%, frente a un indicador nacional del 13,3%.
Sin embargo, al poner la lupa en los distintos sectores, salta a la vista que el costo de la educación sigue siendo especialmente elevado.
Todo lo que los padres gastan en cuotas escolares, útiles y otros elementos tuvo un incremento del 42,2% entre enero y mayo.
Al anualizar ese dato, se llega a un 115,5%, el valor más alto del país. Es decir, estudiar se torna mucho más costoso en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero.
Cabe destacar que la inflación interanual en la región alcanzó el 44,7%, con picos preocupantes en rubros como educación, vivienda y salud.
Más alto
También sobresalen los aumentos interanuales en vivienda, agua, electricidad y gas, con un 115,5%; y en restaurantes y hoteles, que treparon un 67,4%. A esto se suman subas del 49,2% en comunicación y del 44,5% en salud, lo que refleja el encarecimiento de los servicios básicos y de la atención médica en la región del NOA.
Por otro lado, los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 35,1% en los últimos doce meses, por debajo del promedio general, pero siguen siendo determinantes para los bolsillos de las familias salteñas.
El informe también resalta que, en promedio, los servicios aumentaron más que los bienes. Mientras estos últimos subieron un 34,8% interanual en la región, los servicios treparon un 84,3%, evidenciando un cambio en la composición de la inflación que impacta con mayor fuerza en el acceso a prestaciones educativas, sanitarias y habitacionales.
Estos datos reflejan con claridad la carga inflacionaria que enfrentan las familias del NOA, especialmente en sectores donde la incidencia del gasto es alta y difícil de reducir. Mientras los precios de los alimentos se estabilizan, la presión sobre los servicios esenciales no cede y continúa siendo un desafío central para la economía de los hogares del norte argentino.
En resumen, el 1,2% que se reflejó el mes pasado es apenas un alivio frente a una inflación que aún se siente con fuerza en esta parte del país.