El 7 de junio, un pistolero de 15 años disparó contra Miguel Uribe, senador del partido derechista Centro Democrático, mientras hacía campaña en Bogotá, capital de Colombia. Recibió un impacto en la cabeza. El joven fue detenido y acusado de intento de asesinato. Uribe, de 39 años, aspirante a las elecciones presidenciales del año que viene, se encuentra en cuidados intensivos.
El tiroteo es el acto de violencia política más grave ocurrido en Colombia en los últimos 30 años. Recuerda un capítulo brutal del conflicto armado que vivió el país entre 1986 y 1990, cuando fueron asesinados cinco candidatos presidenciales.
Políticos de todas las tendencias se pronunciaron contra la violencia en la política. Gustavo Petro, presidente de la izquierda colombiana, aceptó moderar su discurso. Pocos días antes había calificado a Uribe de «nieto de un presidente que ordenó torturar a 10.000 colombianos». En protesta, los partidarios de Uribe se manifestaron en Bogotá. Los simpatizantes de Uribe se manifestaron en Bogotá.
Técnicos forenses examinan el lugar de la explosión de una motocicleta frente a una estación de policía en el barrio de Meléndez, en Cali, Colombia, 10 de junio, 2025 – crédito REUTERS/Stringer
El 10 de junio estalló de nuevo la violencia. Al menos ocho personas murieron en una oleada de explosiones y ataques con armas de fuego en el suroeste del país. En Cali, la tercera ciudad más grande del país, se colocaron bombas en comisarías de policía y murieron tres agentes.
Armando Benedetti, ministro del Interior, declaró que los responsables de estas explosiones podrían estar también detrás de los tiroteos. Las autoridades investigan a un grupo rebelde que opera en la costa del Pacífico, dirigido por un caudillo conocido como Iván Mordisco.
La violencia política en Colombia ha ido en aumento desde 2022, pero se ha contenido en gran medida a nivel local. El descarado atentado contra un destacado político en la capital sugiere que los autores ya no temen las repercusiones.
Todo el país permanece a la expectativa en la evolución del senador y precandidato – crédito Catalina Olaya/Colprensa
Como muchos políticos colombianos, el Sr. Uribe se vio marcado por la historia de conflicto armado del país. Cuando tenía cuatro años, Pablo Escobar, un famoso barón de la droga, secuestró a su madre, periodista. Posteriormente fue asesinada. En una cumbre celebrada la semana pasada, Uribe declaró que su ambición era que Colombia fuera «un país sin violencia».
Ahora está en el hospital, con una bala en el cráneo, luchando por su vida.