El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó este jueves que sus tropas en Siria habían abatido a un miembro activo del Estado Islámico en el país.
En un comunicado difundido en redes sociales, el Ejército precisó que se trató de un ataque aéreo de precisión llevado a cabo el pasado martes en el noreste de Siria, que provocó la muerte de Rakhim Boev, quien había participado “en la planificación de operaciones externas que amenazaban a ciudadanos estadounidenses, a nuestros socios y a civiles”.
Junto al mensaje, Estados Unidos compartió una imagen del auto en el que el terrorista viajaba, completamente destruido por el ataque.
“Este ataque aéreo es parte del compromiso permanente del CENTCOM, junto con sus socios regionales, para interrumpir y degradar los esfuerzos de los terroristas para planificar, organizar y llevar a cabo ataques contra las fuerzas estadounidenses y nuestros aliados”, ratificó el organismo, que no precisó, sin embargo, si contó con la asistencia de fuerzas locales para el operativo.
Junto con esta ofensiva, se habían registrado aquel día dos ataques con drones sobre un auto y una motocicleta en Idlib, que también provocaron dos muertes, pero que aún no se confirmó si guardan relación.
El 29 de mayo, el Estado Islámico reivindicó su primer ataque en suelo sirio desde la caída del régimen de Bashar al-Assad.
Se trató de una ofensiva en la provincia de Sweida, que involucró la detonación de un artefacto explosivo y alcanzó un vehículo de las nuevas fuerzas gubernamentales sirias, resultando en un muerto y varios heridos.
Mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó inicialmente la cifra de cuatro bajas (un muerto y tres heridos), la agencia de noticias Amaq, vinculada al ISIS, señaló en un comunicado que el atentado había causado la muerte y lesiones a siete miembros del régimen.
El Estado Islámico, que había moldeado gran parte del mapa geopolítico y de confrontación en Siria e Irak, quedó en la periferia tras una agresiva campaña ofensiva liderada por Estados Unidos y tropas kurdas en 2019. Sin embargo, el grupo ha demostrado, en estos últimos tiempos, tener la habilidad para reorganizarse y retomar actividades ofensivas, principalmente contra fuerzas lideradas por los kurdos.
Estados Unidos trabaja junto a Siria para evitar el resurgimiento del ISIS (AP)
Es por ello que su persistente capacidad para perpetrar ataques a lo largo de los años, y más aún en la actualidad, con el nuevo rumbo político en Damasco, ha obligado tanto a las fuerzas locales como a la comunidad internacional a implementar acciones preventivas para contener el resurgimiento del terrorismo.
En mayo, durante una reunión en Riad, el presidente Donald Trump abordó con su homólogo sirio Ahmed al-Sharaa la necesidad de una estrecha colaboración para impedir que el Estado Islámico retome su poder en la región, y, de hecho, le exigió aumentar los esfuerzos para ello como una de las condiciones para levantar las sanciones sobre el país.
Estados Unidos transmitió su “apoyo al pueblo sirio, después de tantos años de conflicto y violencia” y ratificó su compromiso con “la derrota duradera del Estado Islámico, (…) los combatientes terroristas extranjeros, las relaciones con Israel y los campamentos y centros de detención en el noreste”, dijo el embajador de Estados Unidos en Turquía y enviado especial para Siria, Tom Barrack, en un encuentro con el presidente al-Sharaa celebrado poco después del anuncio.
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