Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció el despliegue de más de 5.000 soldados de la Guardia Nacional de Texas y más de 2.000 efectivos del Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés) antes de las protestas anunciadas contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en todo el estado. Este movimiento tiene como objetivo apoyar a las agencias de seguridad locales ante posibles disturbios, de acuerdo con un comunicado de prensa.
Las manifestaciones se llevarán a cabo para expresar la oposición de una parte de la población contra las recientes redadas federales. Abbott insistió en que las protestas pacíficas son bienvenidas, pero subrayó que el “comportamiento ilegal” no será tolerado. “Texas no permitirá el desorden que hemos visto en Los Ángeles en respuesta a la aplicación de la ley de inmigración”, dijo Abbott. “Cualquiera que participe en actos de violencia o cause daños a la propiedad será arrestado y procesado en toda la extensión de la ley”.
El operativo de seguridad de Abbott ha sido visible en varios puntos del estado. Si bien no se especificaron los lugares exactos de despliegue, se reportó la presencia de tropas en una manifestación en San Antonio, de acuerdo con reportes de Associated Press (AP). Estas protestas también tendrán lugar en ciudades como Houston, Austin y Dallas, donde ya se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
El gobernador Abbott ha sido un firme defensor del uso de la Guardia Nacional para implementar políticas de control fronterizo y ahora busca asegurarse de que las manifestaciones no se traduzcan en violencia, similar a cómo ha gestionado cuestiones de inmigración en el pasado con la Operación Lone Star. Esta operación busca frenar los cruces ilegales en la frontera, otorgando a las tropas la autoridad para arrestar y detener a personas por ingreso ilegal a Estados Unidos.
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