Una funcionaria de la Municipalidad de Coronel Moldes denunció ante la Justicia un episodio de violencia simbólica, psicológica e institucional, que estuvo a punto de ser física, protagonizado por Vidal Eloy Alcalá, exsecretario general del gremio docente AMET y actual administrador de un camping privado en la zona del Dique Cabra Corral.
Los hechos ocurrieron el pasado 6 de mayo, cuando Alcalá ingresó violentamente a la oficina de Bromatología de la Municipalidad de Moldes, exigiendo a los gritos la habilitación inmediata de su emprendimiento. Fue recibido por la empleada Rosa Poso, quien lo atendió con respeto pero debió soportar una actitud prepotente y agresiva. La situación se agravó al intervenir la jefa del área, Amalia Álvarez, quien intentó contener el conflicto y proteger a su compañera.
La denunciante relató que fue agredida verbalmente por Alcalá, quien le dijo: “Sos una inútil, sinvergüenza y vividora”, y luego de manera intimidante se le acercó cara a cara:”No porque seas mujer te tengo que respetar”, le dijo.
Según la denuncia, la funcionaria respondió: “No porque seas hombre te voy a tener miedo”, y Alcalá replicó: “Vos no sabés quién soy yo. Yo te voy a hacer echar. Voy a hablar con el Intendente y con el Secretario de Gobierno”.
La víctima señaló que recibió el apoyo del ejecutivo de Moldes y sus compañeros de trabajo en la comuna. Y que las amenazas de Alcalá sobre la pérdida de la fuente laborar “son infundadas y sin fundamentos”.
El Juzgado de Violencia Familiar y de Género 2da Nominación resolvió intimar a Alcalá a abstenerse de ejercer cualquier tipo de violencia, ordenó medidas de protección para las trabajadoras y una evaluación psicológica del acusado, bajo apercibimiento de desobediencia judicial.
“Tuve miedo”
La denuncia se enmarca en la Ley Nacional 26.485, que protege a las mujeres frente a toda forma de violencia en el ámbito público y laboral. La victima afirmó que el sindicalista exigía de mala manera la habilitación del predio que tiene a cargo en proximidades del Cabra Corral. “Se me puso frente a frente, me miraba de una forma muy agresiva, tuve miedo que me pegara, fue muy intimidatorio”, relató Álvarez.
“Sos una inútil, sinvergüenza y vividora” o “no porque seas mujer te tengo que respetar”. son algunas de las frases lanzadas por Alcalá frente a numerosos testigos de la escena ocurrida en una oficina municipal.
Vidal Eloy Alcalá no es un ciudadano común: fue secretario general de AMET, gremio con fuerte presencia en la educación técnica salteña y actualmente administra un emprendimiento turístico. Usó su pasado sindical y sus contactos provinciales, para intentar imponer miedo y subordinación a dos mujeres funcionarias públicas que simplemente cumplían con su trabajo. El mensaje fue claro: “Yo tengo poder, puedo hacerlas echar”.
Denuncias que no son aisladas
En el ámbito de la administración pública -entre otros- los hechos de violencia verbal y psicológica no solo contra mujeres de parte de funcionarios que ocupan o ocuparon cargos jerárquicos suele ser recurrente, muchos de los hechos no llegan a ser denunciados por temor a perder la fuente laboral.