La auxiliar fiscal Clelia Poma, bajo expresas directivas del fiscal penal de Violencia Familiar y de Género 2, Federico Gabriel Portal, representó al Ministerio Público Fiscal ante el juzgado de Garantías 3, en la audiencia de juicio abreviado contra un hombre de 41 años, imputado por los delitos de robo en grado de tentativa, amenazas con arma (tres hechos), daños (dos hechos), violación de domicilio (dos hechos) y desobediencia judicial, todo en concurso real.
La denunciante es expareja del acusado, de quien se encuentra separada hace más de 4 años y con quien tiene cuatro hijos en común. Sobre el hombre pesaban medidas cautelares, vigentes desde diciembre de 2024.
La damnificada manifestó que, tras denunciar a su expareja por desobediencia judicial el 25 de enero, el hombre volvió a presentarse en su domicilio pocas horas después, ingresando por el fondo de la vivienda.
Al percatarse, la mujer llamó a la policía, pero el individuo ya que se había retirado. Sin embargo, regresó poco después y se ocultó en una habitación.
La mujer le pidió que se retirara, pero este ignoró el pedido y la tomó del cuello. No obstante, no llegó a causarle daño, ya que la damnificada llamó al Servicio de Emergencias 911, que procedió a demorarlo.
El otro hecho se registró la noche del 24 de mayo, cuando la mujer salió a comprar comida. Al regresar, encontró a su expareja dentro de la vivienda, en estado de ebriedad, diciendo que no tenía dónde dormir.
Cuando se dirigió a su habitación, el sujeto le arrebató el teléfono celular y la riñonera. Al intentar recuperarlos, el acusado le dio una patada en la mandíbula y lanzó el teléfono contra la pared.
Poco después, el hombre fue al automóvil de la mujer, que estaba con las llaves puestas, entró y se encerró en el vehículo, hasta que llegó la policía y lo detuvo.
El juez Antonio Pastrana, luego de recibir la confesión del acusado, lo condenó a la pena de un año y tres meses de prisión de ejecución condicional y le impuso reglas de conducta por el término de dos años.