En más de una oportunidad, Rojas deslizó que encontró chats entre Castro y Siciliani cuando aún estaban juntos, lo que alimentó la versión de que la actriz de “Educando a Nina” habría sido una presencia silenciosa en la separación. Aunque ella siempre eligió el perfil bajo, esa etiqueta de “la otra” quedó flotando en el aire, y Griselda ahora decidió hablar del tema.
En un móvil televisivo, un periodista le consultó cómo se toma todo lo que se dice de su pareja y de su rol en los conflictos previos. “¿Cuánto afecta el vínculo el hecho de que las exparejas hagan canciones o hablen por televisión? ¿Son cosas que ustedes hablan?”, fue la pregunta directa. Pero la actriz respondió con calma y con distancia: “Yo trato de no hablar mucho de mi vida así en términos más solemnes”.
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Más allá del escándalo mediático, Siciliani también se refirió a los temas que rodean su día a día con Castro, y aseguró que prefiere no involucrarse en discusiones ajenas. “Las tratamos en tono jocoso y cuestiones más superficiales. Nos podemos reír, divertir ustedes y nosotros, pero después de cuestiones así, no… no me dan ganas de participar en esos temas”, explicó.
Cuando le preguntaron si sabía que Luciano ya estaba oficialmente divorciado, ella se desentendió del asunto: “Ni idea, qué sé yo… no me meto en esas cuestiones, son cosas de él”. De esa manera, dejó en claro que no piensa entrar en el juego mediático de las ex parejas del galán.
Lo más llamativo llegó cuando hablaron sobre una posible boda entre ellos. La actriz no dudó: “No es de las cosas que más ilusión me dan en la vida. Me propuso mil veces, sí, y le digo que si no es de verdad sí, si no hay que firmar nada, sí”. Aunque se mostró firme en su postura de no querer casarse, también aclaró que eso no significa que la relación esté en crisis: “Estamos muy bien, muy enamorados”.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/