Fue la mujer quien, tras asesinar a su familia, escribió una carta y se mató

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La carta encontrada en el departamento del barrio porteño de Villa Crespo donde Laura Leguizamón asesinó a puñaladas a Adrián Seltzer y sus dos hijos, de 12 y 15 años, y luego se quitó la vida, fue escrita por la asesina.

La carta encontrada en el departamento del barrio porteño de Villa Crespo donde Laura Leguizamón asesinó a puñaladas a Adrián Seltzer y sus dos hijos, de 12 y 15 años, y luego se quitó la vida, fue escrita por la asesina.

Fuentes policiales informaron a la agencia Noticias Argentinas que peritos de la Policía Científica realizaron un análisis caligráfico y compararon ese papel con cuadernos de Ivo y Ian, otras libretas de la pareja y con “formularios completados a mano en organismos públicos”.

La hoja A4 horizontal se encontraba manchada de sangre y contenía frases inconexas sueltas como: “Fue mucho. Los amo. Lo siento.”, “Íbamos a la calle”, “Con lo que íbamos a pasar”, “Todo mal, muy perverso” y “Les arruinaba la vida”.

El mensaje central está hecho en una mezcla de imprenta y cursiva, con tinta negra, y presenta una mancha de sangre sobre la palabra “calle”.

La carta fue escrita de forma fragmentada, en diferentes estilos de letra, y con un trazo tembloroso, lo que según una fuente del caso, indicaría que Leguizamón “no estaba en sus cabales” al momento de redactarla.

Esa documentación ya fue derivada al juzgado que investiga las circunstancias alrededor de las muertes.

Leguizamón atravesaba un tratamiento psiquiátrico como consecuencia de una esquizofrenia y un cuadro de depresión, por lo que consumían medicamentos para paliar esas patologías.

El cadáver de Seltzer fue hallado asesinado en la cama matrimonial con tres puñaladas en el pecho y lo habrían atacado mientras dormía o estaba sedado.

Después a su hijo Ian, de 15 años, al que atacó primero en el pasillo. Y, por último, a Ivo, de 11, en su dormitorio. Dejó pasar algo así como una hora, escribió una carta que dejó en la cocina y volvió al cuarto: se acostó junto a su pareja e intentó quitarse la vida. Como no lo logró, fue al baño e insistió. Finalmente la encontraron muerta sobre el bidet.

“En el lugar había dos armas blancas, los dos cuchillos tenían sangre. Se veían rastros papilares. Fueron documentados y secuestrados. Al analizarse en el laboratorio determinaron que esos rastros eran idóneos para establecer identidad. El juzgado autorizó que la Policía Científica fuera a la morgue para tomar muestras de las palmas. Les costó bastante pero lograron impresiones nítidas”, explicaron el proceso fuentes consultadas por Clarín.

De acuerdo a esa pericia, se “confirmó de manera categórica e indubitable” que Laura empuñó dos cuchillos de cocina, tipo cuchillas, y cometió los crímenes. Después se suicidó.

Como en el cuarto matrimonial habían encontrado uno, primero sospecharon de un femicidio, pero rápidamente lo descartaron.

“Lo primero que vimos fue que el marido tenía los pies limpios, que no había sangre ni en su planta ni en los calzados que estaban al costado de la cama”, confiaron.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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