El abogado Fernando Díaz Zabalaga, defensor de Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz, quienes fueron representantes en Salta de la empresa liderada por Leonardo Cositorto, se refirió al juicio que comenzó hoy y que busca esclarecer las acusaciones en su contra. En una declaración, Díaz Zabalaga expresó que desde el inicio de la investigación sus defendidos han colaborado plenamente y que están seguros de que se demostrará su inocencia.
“Una imputación que realmente no compartimos en el primer momento”, comentó el abogado, quien insistió en que sus clientes siempre estuvieron dispuestos a colaborar con la justicia. “Ellos han declarado en todo momento de la investigación, han colaborado con la investigación”, agregó, destacando la actitud cooperativa de sus defendidos. Además, mencionó que los cuatro acusados, que se encuentran con arresto domiciliario desde hace un tiempo, están ansiosos por que finalmente comience el juicio, ya que esperan demostrar su total inocencia.
“Este juicio va a demostrar la total inocencia de los cuatro”, señaló Díaz Zabalaga, refiriéndose a Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz. Según el abogado, los imputados ya habían esperado con ansias este momento para poder limpiar sus nombres.
El defensor subrayó que los hermanos Vilardel y Vilma Albornoz trabajaban en la empresa de Cositorto de la misma manera que cualquier otro empleado. “Ellos trabajaban en la empresa como cualquier empleado, como cualquier empresa, la empresa funcionaba en todo el mundo”, explicó. Para Díaz Zabalaga, es inconcebible que una empresa de esta magnitud se haya tomado como una organización delictiva, ya que, según su versión, sus clientes no participaron de ninguna manera en actividades ilícitas.
“Es impensable que esta empresa se la podía tomar como una empresa delictiva, delictual o que haya cometido algún perjuicio a alguna persona”, afirmó el abogado, defendiendo la postura de sus clientes frente a las acusaciones.
En cuanto a la relación de los hermanos Vilardel y Vilma Albornoz con Cositorto, Díaz Zabalaga aclaró que no tenían participación alguna en la gestión de la empresa. “Ellos eran empleados, no tenían ningún tipo de participación, no adquirieron bienes”, sostuvo. Además, remarcó que los imputados fueron ellos mismos quienes, al verse afectados, realizaron la denuncia correspondiente. “Inclusive, ellos trabajaban en la empresa como cualquier empleado. La empresa funcionaba en todo el mundo. Ellos, en su momento, realizaron la denuncia. No eran socios, no compartían ganancias, no adquirían bienes”, reiteró el abogado.
El abogado también se refirió a las pruebas que se presentarán durante el juicio para demostrar la inocencia de sus defendidos. “Se va a demostrar con pruebas, como tiene que ser”, aseguró, detallando que el proceso se basará en pruebas objetivas que respaldarán la versión de los imputados. “Esto se demuestra con pruebas objetivas, con pruebas incorporadas legalmente al proceso, con pruebas de informática, mensaje de texto, mensaje de WhatsApp, audios, todo lo que haya, documentación”, enumeró Díaz Zabalaga. De acuerdo con el abogado, durante el juicio se presentarán diversos tipos de pruebas, como comunicaciones digitales y documentación, que acreditarán que sus clientes no estuvieron involucrados en ninguna actividad delictiva.
Además, Díaz Zabalaga mencionó que las audiencias del juicio se desarrollarán durante un período de 30 a 40 días, y durante ese tiempo se irán incorporando las pruebas presentadas durante la investigación. “En esas audiencias son donde se van produciendo e incorporando todas las pruebas que se presentaron durante la investigación”, señaló, anticipando que será un proceso largo, pero que su defensa está convencida de que se logrará demostrar la inocencia de los imputados.
El abogado también fue consultado sobre si sus defendidos mantenían contacto con Cositorto durante la operación de la empresa. Díaz Zabalaga explicó que, aunque no existía un contacto directo todos los días, los hermanos Vilardel y Vilma Albornoz sí mantenían contacto con Cositorto debido a que eran los encargados de la sucursal de Salta. “No contacto directo todos los días, pero sí tenían contacto porque eran las personas que se encargaban de la sucursal que se encontraba acá en Salta”, explicó el defensor.
Respecto a la situación en otras jurisdicciones, Díaz Zabalaga destacó que, a diferencia de lo sucedido en Salta, en otras partes del mundo no se detuvo a empleados de la empresa. “Salta es una de las pocas provincias donde quedan detenidos los empleados”, afirmó el abogado, quien insistió en que sus defendidos no tenían responsabilidad alguna en los hechos que se investigan. “Ellos no eran socios, no tenían ningún tipo de acciones, no cobraban ganancias, percibían un sueldo como cualquier empleado”, reiteró.
Finalmente, Díaz Zabalaga habló sobre las denuncias presentadas por otras personas que se habrían visto afectadas por la empresa de Cositorto. “La fiscalía invita a las personas a denunciar para ver si pueden recuperar su capital”, explicó el abogado, quien destacó que muchos de los denunciantes habían participado activamente en el proceso por la esperanza de recuperar su dinero. “La fiscalía invita y hay muchas personas que denuncian porque realmente venían ganando, ya habían ganado el capital, estaban ganando interés, pero ahora con la detención, allanamiento y demás, vienen a denunciar para ver si pueden recuperar el último capital invertido”, concluyó.