“No tengo ropa, no tengo sábanas, no tengo toallas… No tengo ni luz”, relató conmovida, mostrando la crudeza de lo vivido, en un video que subió a sus redes sociales, primero; y más tarde al hablar con un canal de streaming.
Todo ocurrió el viernes 23 de mayo, cuando Caro había viajado a Santa Fe para conducir un evento: “Estaba terminando de trabajar cuando me llamó mi vecina. Me dijo ‘tu casa se está prendiendo fuego’. Me quebré”.
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“No sabía qué hacer. El fuego empezó por una lámpara, un cortocircuito en el vestidor. Se quemó el 90% por no decir el 95% de mi ropa. No lo podía creer”, relató ella misma, al mismo tiempo que mostró la magnitud del desastre.
A pesar del golpe, Caro se mostró fuerte y con ganas de pelear por el futuro que se le vendrá: “Ya lloré un montón, pero no voy a llorar más. Estoy viva, mi hijo Camilo está bien, el perro está bien. Eso es lo que importa”.
El fuego no arrasó toda la vivienda, pero lo que quedó, quedó destruido. “Está todo negro. Las paredes están levantadas. Hoy volví a entrar y no tengo luz, no tengo frazadas, no tengo ropa. Todo está lleno de hollín, con un olor tóxico que no se va. Me dijeron que por lo menos un mes voy a estar sin electricidad. No se puede vivir ahí”, contó con dolor.
Y agregó: “Por suerte, gracias a la ayuda de los vecinos, los bomberos llegaron enseguida, rompieron la puerta, pero no me voy a enojar. Podría haber sido peor. Hicieron todo muy rápido”.
CARO IBARRA: “NO TENGO LUZ, NO TENGO NADA”
La solidaridad fue inmediata. “Una amiga me fue a esperar a la terminal con una valija llena de ropa. Obviamente, me puse a llorar. Lloré todo el fin de semana. Y sigo llorando por las actitudes de la gente”, expresó. También recibió mensajes de colegas y figuras que la sorprendieron: “Me escribieron Nico Vázquez, Gabriela Sobrado, Coco Fernández… Me quieren ayudar. Me da vergüenza pasarles el alias”.
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Su hijo de 12 años también está procesando lo ocurrido. “Me preguntó si podía faltar al colegio porque estaba triste. Toda su ropa huele a quemado. Es todo feo… pero adentro de cada uno, todo lindo”, dijo Caro, en una frase que resume su resiliencia.
Ahora se instaló en la casa de su mamá, que falleció hace apenas cuatro meses. “Me voy a quedar ahí unos meses hasta que pueda volver a reconstruir. Estoy de pie, aunque dolida. Pero no me rindo. La vida me enseñó a seguir”, cerró con emoción.
Desde la pantalla o desde el corazón, Carolina Ibarra sigue siendo esa figura entrañable que hoy, lejos del Disney Channel, se enfrenta a la vida real con la misma honestidad que siempre la caracterizó.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/