“Mi hermana era feliz, buena madre, buena amiga. No lo entiendo. Esto me partió al medio”, dijo la mujer en Telefe Noticias, con el rostro en penumbras, antes de contar los indicios que un año atrás había manifestado Laura sobre su salud mental. Señales que fueron atendidas psiquiátricamente y que en su momento no tomaron mayor magnitud.
Laura Leguizamón mató a cuchillo a su marido Adrián Seltzer y a sus dos hijos, Ian e Ivo, y luego se suicidó. Y nadie en su entorno lo puede creer. “Jamás imaginé que esto podía pasar. Mi hermana era una persona hermosa, generosa, y mi cuñado también, fuera de serie”, señaló la hermana, la primera que alertó a los investigadores sobre los problemas psiquiátricos que sufría la mujer.
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Nora contó que Laura y Adrián eran muy unidos y felices y que fue él quien la acompañó en 2024, cuando la mujer recibió ayuda profesional y un tratamiento ante un cuadro de salud mental que quedó enmarcado en un episodio “por estrés”.
LOS ANTECEDENTES PSIQUIÁTRICOS DE LAURA LEGUIZAMÓN
“Mi hermana empezó a tener pensamientos erráticos. Pensaba que la iban a echar de la empresa en la que trabajaba hace 30 años, que iba a tener problemas, que iba a ir a prisión”, recordó Nora y agregó: “Adrián habló con la empresa, le dijeron que nada que ver, que no había ningún problema”.
Nora contó que, luego de ese episodio el año pasado, Laura se estabilizó. Hasta que volvió a mostrar signos leves, semanas antes de Pascuas. “Adrián dijo que este último episodio lo podía controlar. Lo había minimizado. Nadie hacía prever este tipo de reacción de Laura”, aseguró.
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“Mi hermana siempre fue la que resolvía todo, Súper Laura. Y creo que esa exigencia le jugó en contra”, señaló Nora y pidió que el caso de su familia sirva “para que nadie más llegue a un lugar así” y para que se generen políticas de salud mental. “Yo tampoco vi la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días. No sé si hubo un diagnóstico. Yo confié, todos confiamos”, indicó, y expresó: “Siento culpa”.
Para cerrar, Nora señaló que prefiere no mostrar su rostro por los comentarios y juicios ajenos. “Somos una familia muy querida en el barrio, pero las reacciones de la gente duelen. Hay mucho juicio y poco entendimiento”. Y aclaró, enfática: “Mi hermana jamás les habría hecho daño a mis sobrinos. No era ella. Estaba enferma. Y la mente, cuando colapsa, hace cosas que no se entienden”.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/