Siendo que la historia trata de una pareja que se enamora, como profesionales que son Michelle Williams y Ryan Gosling lograron al pie de la letra lo que el director esperaba de ellos. Sin embargo, a mitad del film la trama da un giro y el vínculo afectivo sufre un quiebre.
A fin de que ese desamor resulte lo más creíble posible para el público, y que realmente entiendan cómo representar el matrimonio en crisis, Derek Cianfrance, le pidió a las celebridades que protagonizaron la película que se tomen un descanso de dos semanas.
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Pero no para óseo sino para vivir juntos y, de esa forma, buscar y conocerse en lo emocional. “Estábamos teniendo muchas dificultades para dejar ir lo que amábamos”, explicó Michelle en medio de un podscat sobre ese desafío de destruir el vínculo generado en la ficción.
MICHELLE Y EL FIN DEL MATRIMONIO
Y si bien no pasaron las 24 horas juntos viviendo bajo un mismo techo, la actriz aclaró: “Horario de oficina, de nueve a cinco”. Y según explicó fue en ese tiempo que realizaron improvisaciones diarias con el objetivo de encontrar maneras de irritarse mutuamente y así reflejar la tensión y el conflicto a la hora de hacer los personajes.
“Era horrible”, reconoció Williams siendo que esa etapa debía apuntar a cansarlos y generar un quiebre en la relación cuando se trataba de compartir, según ella y otros tantos, con Ryan Gosling, considerado un actor carismático y fácil de tratar. “No quiero darte razones para odiarme o pensar que soy insoportable”, lanzó.
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Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/