Daniel Leis, un joven de 25 años, fue a charlar a la casa de otro hombre, en el barrio Nuevo París de Montevideo. Cuando llegó, fue capturado, maniatado con precintos y amordazado. Con la ayuda de otra persona, el dueño de casa metió el cuerpo de su víctima en la caja de un televisor y lo arrastró hasta el patio. Luego, le avisó a los vecinos que haría una quema de residuos. Quería desviar la atención y que nadie llamara a la Policía.
Después de ese 22 de septiembre de 2023, pasaron varios días sin que se supiera nada de Leis. A los 10 días de su desaparición, los familiares cortaron la calle e hicieron una quema de cubiertas y reclamaron información. Leis había salido a trabajar y nunca regresó a su casa en el Cerrito de la Victoria, un barrio del centro-oeste de Montevideo.
Días después, apareció un cráneo en un aljibe del barrio Nuevo París, en el predio de una fábrica abandonada. Allí habían pasado policías y bomberos durante varios días buscando restos, ya que tenían la información de que había huesos en ese lugar.
Daniel Leis salió de su casa para trabajar y nunca regresó (Captura Telemundo/Canal 12)
El aljibe tenía 20 metros de profundidad y las tareas se demoraron. Ocho días más tarde de la primera revisión, se logró hallar un cráneo, consignó entonces Canal 10. Después del análisis ADN, se confirmó que era el cuerpo de Leis.
El hombre que lo mató fue condenado a 14 años y ocho meses de prisión el 12 de mayo por los delitos de privación de libertad, homicidio, vilipendio de cadáveres, varios tipos de porte de arma y una tentativa de fuga, informó el diario local El País. A la Justicia la crueldad con la que cometió el crimen todavía le impacta.
“Jurídicamente lo acepto porque no hay otra posibilidad. Pero fue un hecho de una crueldad que excede todo lo que tiene que ver con la dimensión humana”, dijo la jueza en el juicio.
Los investigadores no pudieron saber cómo fue que el condenado mató a Leis.
Una manifestación por Daniel Leis, quien estuvo cerca de un mes desaparecido (Captura Telemundo/Canal 12)
En la casa en la que cometió el crimen, el homicida vivía con su pareja. Ella –que era sometida a maltratos y agresiones– notó lo que estaba ocurriendo, pero no lo denunció: su novio la había amenazado con matarla a ella y a su familia.
Después del crimen, ella tuvo que limpiar la escena junto a él. “Yo no quería, pero me lo repitió con el arma en la mano. Abajo del puff había sangre y no la limpié para dejarla como evidencia”, relató la mujer ante la Justicia.
La mujer tuvo que ayudar a su pareja a deshacerse del cuerpo de Leis. El asesino desmembró los restos y, además de la ayuda de su novia, también obtuvo la colaboración de otro hombre, que fue imputado por el encubrimiento del crimen. Entre los tres, cargaron las partes del cuerpo en un auto.
Los restos de Leis fueron llevados a un contenedor a pocas cuadras de la vivienda, al que prendieron fuego. La cabeza fue la única parte que se encontró, a los 20 días, en el aljibe de Nuevo París.
Una manifestación por Daniel Leis, quien estuvo cerca de un mes desaparecido (Captura Telemundo/Canal 12)
En marzo de 2024, la fiscal Mirta Morales pidió la imputación y solicitó que el hombre vaya a la cárcel de manera preventiva, mientras seguía reuniendo pruebas para el juicio. Desde la prisión, el hombre siguió infundiendo temor, consignó El País. Se acercaba a las cámaras de seguridad y hablaba como intentando amedrentar a testigos.
En la cárcel, se lesionó a sí mismo con un corte carcelario en la panza. A sus compañeros de celda, les contó que su novia –una nueva pareja, con la que tenía planes de casarse– había tenido un accidente y que estaba por morir. Lo trasladaron a un hospital de Canelones, a unos 50 kilómetros de Montevideo.
Su novia, en realidad, no había sufrido ningún accidente. Ella ingresó al hospital disfrazada de enfermera, con un arma calibre 38 escondida entre la ropa. Entre los dos, le sacaron las armas y los celulares a los policías que los custodiaban. Cuando estaba cerca de concretar la fuga, un policía logró frustrar su plan. La mujer logró escapar del centro y se fue en un ómnibus. A tiempo fue detenida.