Una especie de maldición persigue a los Diablos Rojos, que en su última época dorada la escribieron con grandes batallas e incluso volteretas en su casa. Sin embargo, desde que la Liga MX pasó las finales a jugarse en la noche, la situación ha cambiado para el cuadro escarlata, que no ve la luz desde que se coronó en el lejano Torneo Bicentenario 2010.
El festejo tras ganar en penaltis la final del Bicentenario 2010 ante Santos. (AFP)
Veremos si la cuarta es la vencida. El problema es que el rival de enfrente es el América de André Jardine, el club más dominante de los últimos años, y que está en la antesala de hacer historia en el futbol mexicano en caso de conseguir el cuarto campeonato consecutivo. Algo que solo han hecho las Chivas, cuando fueron tetracampeones en la década de los 50.
Esa es la única medalla que el Rebaño Sagrado puede presumir que no tienen las Águilas. Pero eso podría cambiar el domingo y en caso que se concrete, el cuadro de Coapa además de igualar esa distinción, tomaría ventaja de cinco campeonatos sobre los Rojiblancos, que no ganan un título desde el Clausura 2017.
América fue el Campeón de Campeones 2024. (@clubamerica)
¿Qué pasa si el juego termina empatado?
Para este último duelo de la campaña, cabe recordar que no existen ninguna ventaja por la posición en la tabla general. En caso de mantenerse el empate, el partido se irá a tiempo extra y de ser necesario a la tanda de penales. El tema es sencillo, el equipo que gane el domingo será el campeón del Torneo Clausura 2025.
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