Al comenzar su reflexión, Cargnello evocó la historia de quienes “dieron todo por la libertad”, y advirtió que en las últimas décadas se introdujo una “virgula de las ambiciones y de los entendimientos”, que convirtió a la libertad en un “exceso”, alejándola de su propósito original.
“El aprendizaje de la libertad no es algo dado, se construye de generación en generación”, afirmó. Para el prelado, el verdadero sentido de la libertad se define por su “para qué”, es decir, por su causa final, que no puede ser otra que el bien común.
“El Estado se organiza justamente para que los ciudadanos accedan a los logros que les pertenecen”, sostuvo Cargnello, remarcando la importancia de que las instituciones trabajen para las personas y no al revés.
Durante su mensaje, el arzobispo también se refirió a los desafíos del presente. “Somos parte de una situación histórica, de una transformación de época a época, y no siempre es fácil encarar el presente y proyectar el futuro”, expresó, e interpeló la conciencia ciudadana como un componente clave para enfrentar esa dificultad.
“La riqueza de una nación son sus ciudadanos, los valores que encarnan sus personas, sus familias, sus instituciones”, afirmó, e invitó a todos a redescubrir “el desafío de ser ciudadano en esta época, en esta nación, en esta hora”.
Cargnello hizo un llamado a la unidad y la solidaridad, señalando que “nadie debería quedar en la locura”, y que es necesario “unirnos en el lugar que más necesita, solidariamente avanzar hacia una nación mejor”.
En uno de los pasajes más críticos de su homilía, el arzobispo se refirió a la situación social y económica del país. “No creo que sea una buena noticia que el 40% de la ciudadanía esté en situación de pobreza”, advirtió. Y remarcó que ese dato revela que los gobiernos “tienen que asumir alguna condición”, en alusión a la responsabilidad política frente a la crisis.
La celebración finalizó con un fuerte mensaje de esperanza y trabajo colectivo: “Hemos podido trabajar, podemos trabajar. Nuestra época necesita de nuestro compromiso”.
El tedeum del 25 de Mayo, que conmemora la formación del Primer Gobierno Patrio, contó con la presencia de autoridades provinciales, municipales, legisladores, representantes del Ejército y fieles salteños que se congregaron para acompañar la ceremonia.