Saber cuándo es momento de cambiar el celular se ha vuelto una duda común entre muchos usuarios, especialmente ante la constante aparición de nuevos modelos en el mercado, que hacen que la idea de renovar el dispositivo resulte tentadora.
Más allá de las novedades tecnológicas, es fundamental prestar atención a ciertas señales que indican que el teléfono ya no cumple con su función de forma eficiente.
La más determinante es el estado de la batería. Según PC Componentes, aunque existen trucos para alargar la duración de la carga, llega un punto en el que el teléfono ya no puede retener energía.
La batería es determinante en la vida útil de teléfono. (Imagen ilustrativa Infobae)
En ese momento, da igual lo que se intente: incluso si se deja cargando toda la noche, al tomarlo por la mañana puede estar completamente descargado antes del desayuno.
Además de la batería, hay otras cinco señales claras de que es hora de cambiar el celular:
Es lento.
Uno de los signos más evidentes de que un celular necesita ser reemplazado es su lentitud. Con el paso del tiempo, el sistema operativo y las aplicaciones demandan más recursos que los dispositivos antiguos ya no pueden ofrecer.
La lentitud del dispositivo es una de las señales más claras de que es momento de cambiar el celular. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Esta lentitud se manifiesta al abrir apps, navegar en internet, escribir mensajes o cambiar entre pantallas. Incluso las tareas más simples, como hacer una llamada o revisar una notificación, pueden volverse frustrantes.
No está habilitado para recibir actualizaciones.
Cuando un celular deja de recibir actualizaciones del sistema operativo, pierde acceso a funciones nuevas, mejoras de rendimiento y, sobre todo, parches de seguridad.
Esto no solo limita la experiencia del usuario, sino que expone el dispositivo a vulnerabilidades y riesgos de ciberseguridad. Las marcas suelen dejar de ofrecer soporte a modelos antiguos tras algunos años, lo que deja al usuario con un equipo desactualizado y potencialmente inseguro.
El no poder hacer funciones básicas como llamadas es una señal de cambio. (Imagen Ilustrativa Infobae)
No se pueden actualizar las aplicaciones.
La imposibilidad de actualizar aplicaciones es otra señal clara de obsolescencia. A medida que las apps se modernizan, requieren versiones más recientes del sistema operativo y mayor capacidad técnica.
Si tu celular ya no permite instalar actualizaciones o directamente no es compatible con versiones actuales de apps esenciales como WhatsApp, Google Maps o el navegador, se limita seriamente su funcionalidad.
Además, las versiones antiguas pueden dejar de funcionar correctamente o presentar errores frecuentes.
Hoy en día, la cámara se ha convertido en una de las funciones más apreciadas de un smartphone. (Imagen ilustrativa Infobae)
La cámara se ha quedado atrás.
En la actualidad, la cámara es uno de los aspectos más valorados en un smartphone.
Si las fotos se ven borrosas, con poca luz o sin nitidez, y el celular no cuenta con funciones básicas como enfoque automático, modo noche o estabilización, es señal de que su tecnología fotográfica ha quedado desfasada.
Almacenamiento completamente lleno.
Cuando el celular muestra constantemente advertencias de almacenamiento lleno, incluso después de borrar archivos, fotos o apps, indica que su capacidad ya no se ajusta al uso diario.
Muchos modelos antiguos cuentan con memorias internas limitadas y no permiten ampliar el espacio mediante tarjetas externas. Esto afecta el rendimiento general del dispositivo e impide instalar nuevas aplicaciones, descargar archivos o tomar fotos.
Para cuidar la batería, evita cargar el celular al 100% o dejar que se agote por completo.(Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo cuidar la batería del celular
Para cuidar la batería del celular se recomienda evitar cargar el dispositivo al 100% de manera constante o dejar que se descargue por completo.
Lo ideal es mantener el nivel entre el 20% y el 80%. También es aconsejable usar el cargador original y evitar exponer el teléfono a temperaturas extremas, ya que el calor y el frío afectan negativamente la batería.
Otra buena práctica es desactivar funciones innecesarias como el GPS, el Bluetooth o el brillo automático cuando no se utilizan. Además, cerrar aplicaciones en segundo plano y mantener el sistema operativo actualizado ayuda a optimizar el consumo energético.
Por último, cargar el celular por la noche no es lo más recomendable, ya que puede someter la batería a un estrés prolongado si permanece conectado muchas horas.