En este contexto, se reconoce la tarea silenciosa pero fundamental de quienes trabajan detrás de las consolas y los controles, haciendo posible que las emisoras lleguen con nitidez y calidez a cada rincón de la provincia, del país y del mundo. Los operadores de radio son los encargados de combinar voces, músicas, efectos y publicidades, transformando esa mezcla en una experiencia sonora que acompaña, emociona e informa.
Un oficio entre botones y pantallas
Lejos del protagonismo, los operadores y operadoras se ubican del otro lado del vidrio, en cabinas oscuras iluminadas por botones multicolores y pantallas que marcan el pulso de cada emisión. Su rol es técnico y creativo a la vez, son los guardianes del aire, responsables de que todo salga bien, de que no haya silencios que incomoden, de que cada sonido entre a tiempo.
En Salta, muchos de ellos se convirtieron en verdaderas leyendas de la radiofonía local. Nombres como “Coco” Gutiérrez, “Pirilo” López, Sebastián “Chiquito” Ávila, Jorge “Cuqui” Carrasco, “Pablito” López, Julio Villafañe y Sergio “Pancu” Ramos, todos ellos de Radio Salta, son parte de la historia viva del medio.
También se destacan Enzo Homes y Hernán “Piquín” Romero, sin olvidar al entrañable Luisito Villafañe, recordado como un referente indiscutido en las consolas, escribiendo una página importante en la historia de la profesión en la provincia.
Una vocación que no conoce de feriados
La importancia de su tarea se resume en una frase común en los pasillos de las emisoras: “Podrá faltar el director o el locutor, pero nunca el operador”. Es que su presencia es indispensable para que una radio esté al aire. Su compromiso no distingue entre días hábiles, fines de semana o feriados: el operador siempre está, atento, preciso, dispuesto.
Hoy, más que nunca, es necesario reconocer a estos trabajadores que, sin buscar la luz del micrófono, hacen que cada palabra y cada canción lleguen con fuerza y emoción a los oyentes. Feliz día, operadores y operadoras de radio.