Bandas en vivo, gritos de hinchada, banderas al viento y una energía imposible de contener: así se vivió el Banderazo de la Promo 2025 este viernes en el complejo Nicolás Vitale, en la zona sur de Salta Capital. Desde las 14 hasta las 18, el predio se convirtió en un verdadero escenario de festejo juvenil, con estudiantes de distintos colegios que celebraron su llegada al último año del secundario.
Con coreografías preparadas con semanas de anticipación, cada grupo se lució frente al jurado que evaluó creatividad, vestuario, coordinación y despliegue. Todo fue a puro ritmo: desde reguetón hasta cumbia, pasando por el infaltable “baile de promo” con el que cada curso busca destacarse.
“Llegar a quinto es una locura, es nuestro año, lo estamos dando todo”, dijo Damián, uno de los estudiantes que participó de la jornada. Aunque admitió que se lleva matemática, aclaró entre risas: “Ya la voy a aprobar, este año cerramos todo”. Como él, muchos llegaron con alguna materia pendiente, pero eso no fue excusa para dejar de bailar.
Foto: Javier Rueda
Las promociones armaron su espacio con remeras personalizadas, vinchas, pinturas, globos y parlantes. Algunos se organizaron en hinchadas, otras en equipos para sorteos y juegos. Hubo también menciones especiales, momentos emotivos y mucha camaradería entre los cursos.
“Estoy muy emocionada, no me imaginaba algo así. Es hermoso compartir esto con mis compañeros”, contó Morena, estudiante del Consejo de Líderes Fundales. Entre risas, dijo que todavía no tiene decidido qué va a estudiar, pero que este año piensa “disfrutar a full”.
Desde el Centro Polivalente de Arte también llegaron estudiantes con ganas de dejar su huella. “Es emocionante estar acá. Estamos limpias, sin materias, y ya soñamos con el viaje de egresados a Los Paz”, compartieron entre varias compañeras que ya se ilusionan con lo que viene después de fin de año.
El Banderazo, organizado por centros de estudiantes y referentes juveniles, tuvo todo: banda en vivo, DJ, animación, sorteos y espíritu de fiesta. Y aunque el cierre se acercaba, la música seguía sonando y los chicos seguían saltando.
“Este año no se repite. Así que lo vivimos con todo el corazón”, resumió.