La hija de Marcelo Tinelli y Soledad Aquino, que contrajo matrimonio en febrero de 2024 en una ceremonia soñada en Exaltación de la Cruz, reconoció que la separación fue una decisión personal, aunque no del todo sorpresiva. “Con Coti siempre fuimos muy intensos, de 0 a 100, con altibajos muy marcados”, afirmó. Esta montaña rusa emocional terminó desgastando la relación, a pesar de los intentos por sostenerla.
Cande no se guardó nada y admitió que la reconciliación previa al casamiento pudo haber sido demasiado acelerada. “Cuando volvimos quisimos apostar por todo, capaz muy rápido”, reflexionó. Pese al desenlace, remarcó que mantiene una buena relación con Coti, a quien acompañó incluso en momentos difíciles, como cuando el músico sufrió una complicación de salud que lo dejó sin poder caminar y frustró un viaje a Madrid.
Al ser consultada sobre los motivos puntuales de la separación, Cande identificó cinco puntos clave: la intensidad de la relación, la convivencia apresurada, la falta de tolerancia mutua, la responsabilidad afectiva debilitada y los tiempos personales. “Hoy en día uno está más egoísta, tiene sus actividades y no es fácil convivir”, explicó con madurez. Para ella, el matrimonio fue simbólico, pero el aprendizaje fue real. “No me arrepiento, uno aprende de todo”, sostuvo.
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La cantante también remarcó que conserva el álbum de bodas con cariño y que recuerda aquel día con felicidad, a pesar de que el vínculo no prosperó. La ceremonia fue seguida de cerca por celebridades como Guillermina Valdés, Coti hijo, y familiares de ambos que celebraron el amor que parecía afianzarse.
Sobre los rumores que la vinculan sentimentalmente con el abogado Maxi Milito, Cande fue categórica. “Maxi es mi amigo. No, no es un chongo”, sentenció entre risas. Además, aseguró que no está en pareja ni tiene intenciones de comenzar un vínculo amoroso por ahora. “Estoy sola y no quiero estar con nadie. Estoy conmigo misma, frase muy de Gabriel Rolón”, bromeó.
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Lejos del escándalo, Cande Tinelli mostró una versión introspectiva y madura, decidida a transitar una etapa de autoconocimiento. Aunque el amor le jugó una mala pasada, no pierde el humor ni la esperanza. ¿Volverá a apostar al corazón? El tiempo lo dirá.
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Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/