El proceso judicial contra el productor musical Sean “Diddy” Combs comenzó con una catarata de revelaciones que estremecieron al tribunal de Nueva York. El artista está acusado de liderar una red de explotación sexual, encubierta por su emporio musical y marcada por el abuso físico y psicológico.
La fiscalía busca probar que Combs orquestó durante años una trama de fiestas sexuales forzadas -llamadas “freak offs”- y sometió a su expareja, Casandra “Cassie” Ventura, a una rutina de control, violencia y humillación. “Sí, eran discusiones violentas que solían terminar en abuso físico y arrastradas”, testificó la cantante, que mantuvo una relación con Combs durante casi una década.
Control, golpes y fiestas de pesadilla
Ventura describió que esas reuniones sexuales duraban entre 36 horas y cuatro días. Combs le exigía que se cubriera con aceite de bebé, y organizaba encuentros con terceros mientras observaba desde una esquina. “Estaba confundida, nerviosa, pero lo amaba y quería hacerlo feliz”, dijo. Luego admitió: “Ya no tenía opción”.
Durante uno de esos episodios, relató, fue obligada a meterse vestida en una pileta inflable llena de aceite. “Usamos diez botellas, tamaño regular. Sean quería que brillara”, relató.
Los efectos físicos fueron devastadores. Cassie aseguró que sufrió infecciones urinarias, llagas bucales y problemas estomacales recurrentes: “El antibiótico ya no funcionaba. Era un desastre”.
Testigos clave y un video demoledor
Entre los testigos citados se encuentra Israel Florez, un expolicía y guardia de seguridad del hotel InterContinental, quien aseguró que en 2016 Combs le ofreció “un fajo de dinero” para ocultar un episodio violento contra Cassie. El video de ese altercado fue proyectado en la sala: en él se ve al rapero arrastrando a Ventura.
Otro testigo, Daniel Phillip, exescort masculino, afirmó que fue contratado para tener sexo con Cassie mientras Combs observaba. “Lo escuché abofetearla. Ella gritaba: ‘Lo siento, lo siento’. Luego salió envuelto en una toalla”, dijo. Ante el jurado, confesó que nunca denunció por miedo: “Pensé que tenía poder ilimitado. Temía terminar muerto”.
Chantajes, amenazas y drogas
Ventura también reveló que Combs grababa los “freak offs” y luego la chantajeaba con difundir esos videos: “Lo mencionaba cuando se enojaba. Era horrible. Temía por mi carrera, por mi familia”.
En 2018, ya separada del artista, denunció haber sido violada en su propio departamento. “Entró, me tiró al suelo y me violó. Yo lloraba, decía que no. Su mirada era oscura. No era él mismo”, sostuvo entre lágrimas.
Además, relató que el cantante amenazó al rapero Kid Cudi, entonces pareja suya, y que el auto del músico explotó poco después. La fiscalía investiga si ese hecho fue provocado por Combs.
Durante el contrainterrogatorio, Ventura confirmó que ambos consumían drogas: éxtasis, ketamina, hongos. “No podía imaginar hacer eso sin un amortiguador”, dijo. También lo describió como una persona con cambios violentos de humor por abstinencia. “Yo diría que era un adicto”.
Acuerdo millonario y secuelas emocionales
En noviembre de 2023, Cassie firmó un acuerdo civil con Combs por 20 millones de dólares. En el juicio aclaró: “Si pudiera devolver ese dinero a cambio de no haber vivido lo que viví, lo haría sin dudar”.
La artista confesó que llegó a considerar el suicidio. En marzo de 2023, pensó en lanzarse al tráfico mientras sus hijos dormían. Su esposo, Alex Fine, fue quien la detuvo. “Ya no podía aguantar el dolor”, dijo.