La realidad es que San Lorenzo tiene algunos pilares que son los que sostienen esta realidad futbolística absolutamente impensada y hasta fuera de contexto. Uno es el vasco, que tiene respuestas para todo, ante los micrófonos y dentro de la cancha, como ese pase premium con efecto para armar la jugada del gol de Vombergar ante el Bicho. Ese español que quería conocer el fútbol argentino y menos de un año le alcanzó para vivir una full experience, que va desde despido de entrenadores, un estadio caldeado por la falta de resultados, el apriete de la barra, falta de pago con reuniones y reclamos que lo tienen como líder por ser el capitán y, ahora, la pelea por el título. “Me pasó de todo. Una experiencia de la que también aprendés cosas y siempre traté de adaptarme a todo… La experiencia está muy bien, pero yo lo que quiero es ganar”, contestó ante la consulta de Olé sobre su movida estadía en Boedo y su anhelo, que no pierde ni un gramo de ilusión.
Pero claro que hay otro pilar fundamental de esta historia azulgrana y ese es, lógicamente, Miguel Ángel Russo. “El equipo no es mío, es de todos”, marcó la cancha en la conferencia. Con toda la experiencia sobre el lomo, con golpes duro que la vida le hizo enfrentar que le enseñaron que por fútbol ya no se sufre más, el entrenador es mucho más que su función. Es el faro en medio de aguas turbias y tormentosas.
Cada vez que a Miguelo le preguntan por este presente del Ciclón da su explicación que a esta altura es un mantra. “Esto arrancó en Cardales”, dice. Y claro, hace referencia a lo que primero programó en su cabeza (la pretemporada de enero) y después trasladó en el día a día gracias a su sapiencia. El deté apuntó a la unión y la palabra como herramientas fundamentales. El primer paso fue que se queden “los que quieran estar”, como dijo varias veces y después fortificar puertas adentro lo que había, sin buscar excusas ni quejarse.
La otra cuestión es mantenerse lo más al margen posible de todo lo que pasa en el club y centrarse solo en el fútbol, aunque hasta se suspenda una práctica a días de un duelo clave. “Me consultan a la hora de tomar una decisión. No nos tocó entrenar pero yo sé que ellos lo hicieron por su cuenta. Jamás me enojé, yo estoy con ellos”, bancó la parada y, por primera vez, fue más allá. “La mayoría de los equipos tienen problemas de dinero, pero el problema más grande en el fútbol es cuando mentís… Cuando sos frontal y cumplís, hay formas de llegar a un entendimiento”, marcó la cancha con firmeza y apuntó a la CD. Y claro, valoró la otra pieza clave del engranaje: “La victoria se la dedico a la gente de San Lorenzo”.
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