Amalia Diaz Guiñazú es, sin dudas, una de las periodistas del momento. Dure lo que dure -algunos aseguraron en las últimas horas que la producción está analizando los pasos a seguir en el futuro- su paso por Mujeres Argentinas será recordado, como mínimo, por tres hechos muy puntuales y muy ruidosos. 1ro) Le tuvieron que pedir que vaya vestida “menos llamativa” o con “menos escote”. 2do) Su participación en la pelea con Roberto García Moritán que derivó en la repentina desvinculación de Evelyn Von Brocke. 3ro) Su fuerte entrevero con Jorge Macri que antecedió al llanto de María Belén Ludueña y sobre todo a su confesión de la dura lucha que protagoniza para ser madre.
Eso, por supuesto, más su estilo directo, frontal y poco concesivo de hacer periodismo, una manera de trabajar que parece haber inquietado o despertado el malestar de Ludueña, quien es mucho más tranquila, pausada o relajada para laburar. Su disconformidad quedó en evidencia al aire. Nada de esconder ni de guardar la cabrón abajo de la alfombra. N
Así, cuando Amalia estaba bombardeando a preguntas a Moritán la frenó en seco y le pidió calma y respetar lo que se había hablado en producción. “Soy muy auténtica y esto no me gusta, no es lo que habíamos acordado. De esa forma parecen extorsionadoras” escupió Ludueña. El otro día, cuando se metió con su marido, María Belén le dejó en claro que hay cosas que no le gustan. Por ahí no hacía falta porque se olía en el aire, pero lo hizo igual.
AMALIA DIAZ GUIÑAZU Y BELEN LUDUEÑA EN GUERRA TOTAL: YA NO SE AGUANTAN
Pero si lo de ayer sonó a cortocircuito hecho y derecho, lo que sucedió hoy cuando tocaban temas vinculados a Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez terminó de confirmar que están enfrentadas y que la guerra, seguramente, también va a arrastrar a las demás integrantes del equipo. Esta mañana, por ejemplo, Silvia Frenández Barrio, la voz de la experiencia, pareció tomar partido por la conductora, similar postura que indicaron algunos gestos que hizo Virginia Gallardo.
Cada vez que hablaba Amalia, Belén ponía caritas o hacía gestos desaprobando sus palabras. Incluso hasta le hablaba por encima. Cuando la que tenía la palabra era Ludueña, la que nunca estaba de acuerdo era Amalia, que en un momento llego a decir que no podía hablar o no podía trabajar en un ambiente de ese tipo. Rápido de reflejos, Angel de Brito aprovechó su cuenta de Tuiter para describir lo que pasaba; subió cuatro videos y los títuló “No está muy bien el clima en Mujeres Asesinas”.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/