A casi un año y medio del trágico atropello que sufriera junto a su pareja en la avenida Paraguay, Edgardo Oviedo comparte su difícil presente. A pesar de los avances en la causa judicial, que se encamina hacia el inicio del juicio, la situación de Edgardo y su familia permanece crítica en múltiples aspectos.
“Nosotros quedamos complicados después del accidente”, expresó a El Tribuno. A raíz del accidente, Oviedo perdió las piernas, quedó en silla de rueda y perdió su fuente de trabajo.
La recuperación de su pareja, quien atravesó múltiples cirugías, le impidió trabajar, mientras que Edgardo, aunque con posibilidades de hacerlo, prioriza su rehabilitación.
A la difícil situación económica y de salud se suma la incertidumbre habitacional. Edgardo contó que debieron dejar el departamento que les prestó un conocido, y actualmente él reside en la casa de su padre, mientras que su pareja permanece en el antiguo departamento. Esta separación forzada y constante afecta profundamente el bienestar psicológico de sus hijas.
La promesa de una vivienda
Durante su internación, Edgardo y su familia recibieron la visita y promesas de ayuda por parte de la esposa del gobernador y su secretaria. “Se comprometieron que sí, nos iban a dar una casa, porque nosotros alquilábamos”, recuerda Edgardo. Sin embargo, con el paso del tiempo, esa promesa no se concretó. “Nos terminaron bloqueando el teléfono”, dijo con frustración, relatando sus reiteradas gestiones fallidas ante el IPV. “Yo sigo acá en la casa de mi viejo durmiendo, duermo en el comedor, mis hijas van y vienen, psicológicamente las afecta muchísimo”.
En cuanto a la contención social, Edgardo reconoce la ayuda inicial de asistentes sociales, pero señala que esa asistencia cesó al cabo de un año. “Es difícil vivir así, en una casa que estamos todos amontonados, muy complicado”, lamenta.
Con la voz quebrada, Edgardo dirigió un pedido directo al gobernador y a su esposa: “Yo le quiero pedir al señor gobernador y a su señora esposa que ellos cumplan con la promesa que hicieron”.
Finalmente, habló sobre el avance de la causa judicial. El juicio está programado para comenzar el 27 de mayo y se extenderá por siete días. El conductor del vehículo que los atropelló enfrenta cargos por lesiones gravísimas, mientras que las otras dos personas que lo acompañaban están acusadas de encubrimiento.
“Yo por lo menos quiero que paguen los tres y que paguen el daño que me hicieron, porque no solamente a mí, a mi hija, nos destruyeron”, concluye Edgardo.