Sin alianza sólida, Milei no ganará en octubre

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En un año como este, cuando se renuevan Legislaturas y Concejos, lo que va sucediendo a lo largo de los meses en las provincias es un preludio de la configuración del poder a nivel nacional para la segunda mitad del mandato del presidente y los gobernadores.

En un año como este, cuando se renuevan Legislaturas y Concejos, lo que va sucediendo a lo largo de los meses en las provincias es un preludio de la configuración del poder a nivel nacional para la segunda mitad del mandato del presidente y los gobernadores.

Y ese preludio no es una profecía ni un diagnóstico categórico.

Los resultados conforman, sin embargo, mensajes que permiten revisar la estrategia de cada fuerza y pensar con la mirada puesta en el 26 de octubre, y en los dos años que siguen.

Ese día, se elegirán 24 senadores y 127 nuevos diputados. Salta deberá elegir tres senadores nacionales y tres diputados.

En las elecciones legislativas del domingo, el gobernador Gustavo Sáenz vio consolidado su poder local al lograr que de las 30 bancas de diputados que se renovaron, 20 van a ser ocupadas por legisladores provenientes de las distintas coaliciones que logró hilvanar. Y de los 12 nuevos senadores, 11 serán de esa amalgama. A simple vista, una victoria arrasadora. Entrando en detalles, no tanto. La extinción de los partidos tradicionales convierte a esas fidelidades en un respaldo transitorio, que se puede esfumar en cualquier momento. Un liderazgo político supone una estructura partidaria estable, una visión política coherente y sólida y, especialmente, un proyecto con visión de futuro.

Exagerada euforia libertaria

Al mismo tiempo, el triunfo de La Libertad Avanza en la capital provincial explica en cierta medida la euforia del senador electo Ramón Cornejo, casi un debutante en estos niveles de la política que derrotó al sempiterno candidato Bernardo Biella, esta vez postulado por Gustavo Sáenz y Emiliano Durand. Es decir, una derrota que evoca a la que le propinó el propio Sáenz en 2015 al kirchnerista Javier David en las elecciones para intendente, y también a la sorpresa del Partido Obrero en las legislativas de 2013.

En los tres casos, la oposición derrotó al oficialismo en la capital salteña.

La euforia que suena exagerada es la que expresaron Javier Milei, Alfredo Olmedo y Cecilia Orozco. La Libertad Avanza no creció en Salta, sino que retrocedió con respecto a 2023. Es cierto que los números colocan a la fuerza libertaria como principal fuerza opositora; pero en octubre, Milei necesitará consolidar una alianza muy transparente y representativa para ganar, por lo menos, dos senadores y dos diputados nacionales.

Sin una propuesta contundente para el interior salteño, es decir, para las ciudades y pueblos donde la realidad obliga a la gente a elegir por las respuestas que recibe día a día y no por lucubraciones economicistas ni por dialécticas teóricas, La Libertad Avanza irá empantanándose.

Hoy, en esas regiones de Salta, y en la mayoría de las provincias del Norte, la población depende de la economía no registrada, de la producción de supervivencia, de la realización de obras públicas (postergadas) y de un proyecto claro de desarrollo coherente, con metas a futuro, que garantice la provisión de agua, el acceso a la educación, a la salud y a la seguridad. Con objetivos, fechas y recursos. Y estos no figuran en ninguna agenda.

Por eso, la gente elige, legítimamente, por lo práctico: los municipios están a mano y brindan algunas respuestas, las que pueden. Pero el presupuesto está atado a la buena voluntad del gobernador.

Esa es la realidad en 2025, y seguirá así en octubre. Más allá de la retórica, nadie arrasó en Salta: ni Sáenz ni Milei.

En política, las improvisaciones, el triunfalismo y el pensamiento mágico pueden derrumbar cualquier liderazgo. Especialmente, cuando ese liderazgo surgió del desgaste de la política y la insatisfacción de la gente.

La ratificación de Karina Milei como jefa de campaña a nivel nacional parece estar muy lejos de garantizar el éxito de LLA. La aparente trifulca de la secretaria general de la Presidencia con el asesor Santiago Caputo no contribuye en absoluto a la construcción de frentes competitivos.

Los resultados provinciales, hasta ahora, lo demuestran. En las elecciones de constituyentes de Santa Fe, en abril, LLA logró un triunfo en Rosario, pero salió tercero en la provincia. En Jujuy también quedó segundo y en Chaco logró ganar porque compitió dentro de una alianza con el gobernador Leandro Zdero.

El gobierno nacional necesita bloques sólidos en el Congreso, y ese debería ser el principal objetivo. Buscar el consejo de obsecuentes o “pandilleros digitales” genera más enemigos que amigos.

Javier Milei llegó a ser presidente gracias al apoyo de Mauricio Macri y de la mayoría del PRO, además de muchos independientes espantados por el kirchnerismo. Sin embargo, el próximo domingo, en la Capital Federal, la ambición por desplazar al macrismo de la metrópoli y la incapacidad de diálogo, incluso con la expulsión de figuras propias, como Ramiro Marra, pueden terminar en la paradoja de que los libertarios hagan posible un triunfo kirchnerista en la figura de Leandro Santoro. En un distrito donde los candidatos que alguna vez formaron parte de Juntos por el Cambio, aliados razonablemente, seguramente duplicarían a los del peronismo residual.

La política no puede ser concebida como una leonera. Pero sería muy ilustrativo recordar que los leones son los únicos felinos gregarios, que cuidan la integridad de la manada y esa virtud les otorga el poder y prestigio de “reyes de la selva”.

En la construcción de poder político y, sobre todo, en la elaboración de un proyecto de desarrollo, es imprescindible utilizar la estrategia, que está muy lejos de ser una ocurrencia exitosa.

La realidad, a nivel mundial y, también, nacional, muestra con elocuencia que la economía global está cambiando, al impulso de la tecnología y la transformación del orden en el planeta. Uno de los rasgos es el cambio de las lealtades políticas, que se vuelven circunstanciales. Otro, el cuestionamiento a valores con historia, como el Estado de Bienestar, los derechos humanos y la igualdad de todas las personas ante la ley. Ese factor, unido a la tendencia del sistema productivo a reemplazar hombres por máquinas mientras el aumento de la expectativa de vida activa rompe las ecuaciones del sistema previsional, debería ser un tema central de la agenda de las próximas décadas. No obstante, es difícil que un político piense en décadas.

Por lo pronto, la estrategia libertaria no propone al ciudadano común perspectivas hacia ese futuro. Por lo pronto, pero no debería descuidarse de lo que ocurrirá dentro de cinco meses, cuando Milei ponga en juego su poder real para gobernar hasta 2027.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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