Condenan a 18 años de prisión a hombre acusado de grooming y promoción de prostitución de menores

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El Tribunal de Juicio del distrito Centro condenó a 18 años de prisión efectiva a un hombre de 33 años acusado de cometer múltiples delitos en perjuicio de menores de edad a través de plataformas digitales. El acusado fue hallado culpable de 12 hechos de grooming, 6 de promoción de la corrupción de menores y 6 de promoción de la prostitución agravada , todos cometidos entre diciembre de 2023 y agosto de 2024.

El Tribunal de Juicio del distrito Centro condenó a 18 años de prisión efectiva a un hombre de 33 años acusado de cometer múltiples delitos en perjuicio de menores de edad a través de plataformas digitales. El acusado fue hallado culpable de 12 hechos de grooming, 6 de promoción de la corrupción de menores y 6 de promoción de la prostitución agravada, todos cometidos entre diciembre de 2023 y agosto de 2024.

La fiscal penal especializada en Ciberdelincuencia, Sofía Cornejo, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia, donde expuso los detalles del caso. Según la fiscal, el imputado se valió de redes sociales como WhatsApp, Instagram y Telegram para contactar a 12 menores de edad, a quienes manipuló para que le enviaran imágenes y videos con contenido sexual a cambio de dinero. Además, intentó incitar a varios de ellos a encuentros sexuales presenciales, aunque estos no se concretaron.

En su intervención, la fiscal Cornejo subrayó la gravedad de los delitos cometidos en un entorno digital, donde el anonimato, el alcance masivo y la falta de contacto físico crean un “combo perfecto” para la manipulación y explotación de menores. “Lo que sucede a través de Internet tiene efectos que, muchas veces, son más graves que los hechos ocurridos en el mundo real”, explicó Cornejo.

El acusado, quien aprovechó la confianza que fue generando con los menores, no solo solicitó material sexual a cambio de dinero, sino que también llegó a proponer encuentros físicos. El caso revela cómo el entorno digital se ha convertido en un terreno de alta vulnerabilidad para los niños y adolescentes, quienes, a pesar de estar protegidos por la ley, son frecuentemente blanco de delitos cibernéticos.

El juez Guillermo Pereyra dictó la sentencia final, condenando al acusado a 18 años de prisión y ordenando que se someta a un tratamiento psicológico. Además, dispuso su registro en el Banco de Datos Genéticos como parte de las medidas preventivas ante futuros delitos de esta índole.

Este caso resalta la importancia de redoblar los esfuerzos en la protección de los menores en el entorno digital, una problemática creciente en la lucha contra la ciberdelincuencia y la explotación infantil. Las autoridades continúan trabajando para garantizar la seguridad de los menores en plataformas de redes sociales y prevenir estos delitos, que cada vez son más comunes en un mundo cada vez más conectado.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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