Muchos ya conocían el nombre de Byung Chul-Han antes de que el pasado miércoles 7 de mayo se le concediera el premio Princesa de Asturias. En un país en el que se ha llegado a discutir si la filosofía debería enseñarse o no en secundaria y bachillerato, se han publicado hasta 23 libros en los últimos 13 años firmados con su nombre. Ahora, el reconocimiento de uno de los galardones culturales más importantes de España, termina de dar brillo a un pensador convertido en un fenómeno cultural… y editorial.
Byung Chul-Han ha vendido más de dos millones de libros en la última década. Temas como la violencia, la transparencia, la psicopolítica, la digitalización o el amor no han escapado a sus múltiples (y breves) ensayos. Así, no es de extrañar que desde la Fundación Princesa de Asturias hayan destacado, de este filósofo nacido en Corea del Sur y residente en Alemania desde los 22 años, su “mirada intercultural” con la que arroja luz sobre los “fenómenos complejos” del mundo actual.
Sin embargo, ni este ni otros reconocimientos, ni las millonarias ventas de sus libros, han hecho que en el ámbito académico se llegue a considerar a Byung Chul-Han como una voz realmente importante e influyente dentro de la filosofía. En el seno de las universidades y de ciertos círculos intelectuales, más bien, se considera a este autor como un fenómeno ‘mainstream’ cuyos razonamientos no tiene demasiada profundidad.
Byung Chul-Han, el filósofo ‘mainstream’ ganador del premio Princesa de Asturias que no convence a todo el mundo.
Un filósofo muy oportuno en el contexto global
La primera vez que en España leímos el nombre de Byung Chul-Han fue con un breve ensayo llamado La sociedad del cansancio. Este libro, publicado en nuestra lengua en 2012, describía cómo la sociedad capitalista actual, definida como una “sociedad del rendimiento”, provocaba en los seres humanos una serie de consecuencias psicológicas, entre las que no faltaban los problemas de salud mental. Un fenómeno de ventas inmediato que colocó a su autor en el centro de las miradas.
“Tuvo una gran acogida en el ámbito hispanohablante… incluso antes que en ámbito anglosajón”, describe Lola S. Almendros, doctora en Lógica y Filosofía con varios artículos sobre la obra de Byung Chul-Han. Ella nos cuenta cómo este se ha ido haciendo hueco poco a poco en el panorama cultural. “De hecho, al inglés hasta hace relativamente poco ni siquiera se le había traducido”, algo que fue cambiando a medida que sus libros, en España y en otros países, se convertían en auténticos éxitos de ventas.
“La clave de su pensamiento es cómo se puede analizar el sistema neoliberal en su fase tecnológica”, explica Almendros, quien también destaca cómo ha logrado “conjugar cierta tendencia oriental en su pensamiento con determinadas posturas de la filosofía clásica y contemporánea europea”. Si al libro de La Sociedad del Cansancio le sucedía una cada vez mayor preocupación por la salud mental, sus trabajos sobre la transparencia de las instituciones llegaban “en plena crisis de las democracias liberales y representativas en Europa”. “Fue el momento del auge de Podemos en España”, cuenta S. Almendros. “Fue cuando en España, de hecho, se obligó a hacer el portal de transparencia”.
Manifestantes del Movimiento 15M. (EFE/Víctor Lerena/Archivo)
“El Mr. Wonderful progre”
Para ella, la lectura de Byung Chul-Han resultó en un primer momento “muy inspiradora”. “Me pareció que los diagnósticos que hacía eran muy pertinentes”. Sin embargo, reconoce que, más allá de ese acierto en señalar los problemas, no repercute en la fuerza de sus ideas. “Es verdad que le han dado el premio, pero tampoco tiene un gran desarrollo: se ciñe a marcos teóricos de la filosofía clásica continental europea y no los desarrolla todo lo que los podría desarrollar”.
Más contundente se muestra José Mansilla, profesor de Antropología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Para él, este filósofo tiene “menos profundidad que un charco”, e incluso llegó a publicar un artículo en prensa y revistas especializadas titulado Byung-Chul Han o el Mr. Wonderful progre (en relación con la famosa marca de mensajes positivos). “Yo me familiarizo con su obra a raíz de su libro La desaparición de los rituales. Yo soy antropólogo y me dedico a explicar precisamente eso, así que me compré ese libro del que hablaba todo el mundo y lo leí… y me indigné tanto que decidí escribir esa reseña”.
Para Mansilla, Byung Chul-Han es un filósofo que “no profundiza” en sus ideas ni “aporta nada nuevo”. “Su capacidad para elaborar nuevas propuestas es nula, lo que hace es coger teorías o conceptos elaborados por otros pensadores y aplicarlo a cuestiones actuales que, en cierta medida, son preocupaciones de las clases medias”. Con los rituales, por ejemplo, observó cómo se limitaba a llevarlo todo a un extremo muy simplificador, como tomarse un café por la mañana o asistir a una boda. “Con una visión, además, muy clickbait”.
Ni él ni S. Almendros parecen estar solos. Durante años, voces reconocidas en el ámbito hispano se han mostrado críticas con el pensamiento de Byung Chul-Han, o más bien con su habilidad para señalar, libro tras libro, los problemas de la sociedad con su habitual tono catastrofista en busca de un mayor efecto. En 2014, por ejemplo, Marina Garcés publicaba un artículo de opinión en la edición catalana de El País en el que señalaba a Byung Chul-Han como uno de esos “predicadores del fin de la historia”, cuyos libros contribuían a “dejar aún más impotentes a quienes se lamentan pero no quieren incomodarse intentando cambiar nada”. Por si fuera poco, en Argentina, varias filósofas firman el libro colectivo ¿Por qué (no) leer a Byung Chul-Han?
Algunos de los libros de Byung Chul-Han
“Haciendo lo mismo pero llamándote Francisco y siendo de Albacete, no triunfas”
Vistas todas estas voces críticas, cabe preguntarse si el premio Princesa de Asturias ha acertado en reconocer el mérito intelectual de un filósofo que vende, pero no convence. Más aún si tenemos cuenta que este galardón ha sido concedido, históricamente, a algunos de los mejores filósofos de las últimas décadas.
La pensadora española María Zambrano, de hecho, fue la primera en recibir esta condecoración, a la que seguirían otros nombres imprescindibles como los de Mario Bunge, José Ferrater Mora, José Luis López Aranguren, Julián Marías, Umberto Eco, George Steiner, Gustavo Gutiérrez Merino, Emilio Lledó o Nuccio Ordine.
“Ni de coña está a la altura de toda esa gente”, sentencia José Mansilla, que sitúa a Byung Chul-Han a la altura de otra ganadora del premio Princesa de Asturias… de la Concordia: J. K. Rowling. “O sea, este hombre es para la filosofía lo que J.K. Rowling es para la literatura contemporánea: una persona que escribe bien, que entretiene, que ha creado un universo que ha enganchado a la lectura a millones de personas. Pero ya está”.
“A mí ayer me sorprendió que se lo dieran a él”, confiesa Lola S. Almendros, “porque hay otros filósofos como pudiera ser (Luciano) Floridi o el propio Yuk Hui que lo merecerían”. Para ella, han influido en la decisión factores geopolíticos, una idea que comparte Mansilla. “Haciendo lo mismo pero llamándote Francisco González y siendo de Albacete, no triunfas. Es un tío que es coreano, que hizo su tesis doctoral sobre Heidegger, que escribe en alemán y que viste en chaqueta de cuero: es decir, el esquema de la posmodernidad más absoluta”. Él se lo daría, en cambio, a figuras como David Harvey o Terry Eagleton.
María Zambrano, la primera ganadora del premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Muchos libros, buenos diagnósticos y poco futuro
Sea como sea, en octubre de 2025 Byung Chul-Han recogerá el Princesa de Asturias en la habitual ceremonia de entrega. En estos meses, quién sabe si tendremos un nuevo libro suyo en las librerías que, gracias también a la publicidad del galardón, hará que siga manteniendo grandes cifras de ventas. Probablemente, ningún filósofo había vendido tanto desde Sartre o Foucault (de quien el surcoreano toma muchas ideas prestadas).
Del mismo modo, su prolífica escritura también contrasta con lo que viene siendo habitual en filosofía. Ludwig Wittgenstein, otro gigante del pensamiento europeo reciente, sólo publicó un libro a lo largo de su vida. Byung Chul-Han ya lleva más de 30. “No se puede publicar un libro todos los años”, asegura Mansilla. “Claro, puedes hacerlo si te dedicas de una forma desenfadada, pero un libro de filosofía necesita reflexión y construcción, por eso te digo que lo suyo es una filosofía de Instagram”.
Muere el filósofo italiano Nuccio Ordine, experto en el Renacimiento y Premio Princesa de Asturias.
En ese sentido, y también a diferencia de los mencionados, no parece que Byung Chul-Han deje un legado para la filosofía. “No creo que haya dejado escuela”, opina S. Almendros. “Lo que sí es cierto que, precisamente porque ha apuntalado problemas relevantes, yo creo que para los que nos dedicamos a la filosofía, entendiéndola como que hay que pensar problemas del presente, sí que nos ha servido de inspiración”. De este modo, ella le concede que, pese a no ser “alguien a quien se le siga porque tiene unas buenas teorías”, cuenta con esos “buenos diagnósticos”.