El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió ayer seguir combatiendo el nazismo, incluido en Ucrania, durante el desfile militar por el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial, al que asistió una treintena de mandatarios extranjeros, pero sólo un dirigente occidental, el primer ministro eslovaco, Robert Fico.
“Rusia fue y será una barrera infranqueable para el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, luchará contra las brutalidades de los promotores de esas ideas agresivas y destructivas”, dijo Putin durante su intervención desde una tribuna instalada en la plaza Roja delante del Mausoleo de Lenin.
Putin proclamó que su país nunca olvidará las lecciones de la contienda mundial, en la que la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Sovieticas), que no combatió hasta que Alemania invadió territorio soviético en 1941, perdió más de 26 millones de personas, entre ellas ocho millones de soldados.
Aunque Kiev no se sumó oficialmente a la tregua unilateral de tres días declarada por Putin, los drones ucranianos no aguaron la fiesta del Kremlin.
Putin y Xi, inseparables
Era su gran día. Un sonriente Putin compareció en la tribuna entre el líder chino, Xi Jinping, y el centenario veterano soviético Iván Martinushkin, el último testigo con vida que participó en la liberación del campo de concentración de Auschwitz (Polonia) a manos del Ejército Rojo el 27 de enero de 1945.
Además de las tropas rusas, desfilaron destacamentos militares de trece países, incluida una guardia de honor del Ejército Popular de Liberación de China.
No lejos del jefe del Kremlin se sentaron los líderes latinoamericanos -el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el venezolano Nicolás Maduro, visiblemente emocionado, y el cubano Miguel Díaz-Canel. A la tribuna también fueron invitados veteranos de guerra estadounidenses e israelíes, pero brillaron por su ausencia los representantes de los países aliados de la URSS en la contienda mundial.
Añadió que Rusia valora “altamente la contribución a nuestra victoria común de los soldados de los ejércitos aliados, los participantes en la resistencia, el valiente pueblo chino y a todos aquellos que combatieron en pos de un futuro en paz. La completa derrota de la Alemania nazi, la militarista Japón y sus satélites en diversas regiones del mundo se logró gracias a los esfuerzos conjuntos”, insistió.
Armamento
Durante la parada desfilaron unas 130 máquinas de guerra, entre ellas los legendarios tanques soviéticos T-34 y las piezas de artillería autopropulsada SU-100, utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. Una de las estrellas de la jornada fueron los imponentes misiles balísticos intercontinentales Yars, que tienen un alcance de 12.000 kilómetros. También se pudo ver el T-90M Proriv, el tanque ruso con una caja automática de velocidades; la pieza de artillería Malva de calibre 152; los misiles balísticos Iskander y el nuevo transporte blindado Kurganets-25.