En un contexto de incipiente recuperación, los hogares argentinos diversifican sus canales de compra y priorizan comodidad, promociones y medios de pago digitales.
La forma en que consumen los argentinos está cambiando y los mayoristas y almacenes ganan terreno frente a los supermercados e hipermercados.
Según Consumer Connection 2025, el nuevo informe de Kantar Argentina, el 77% de los hogares compra en al menos cuatro canales distintos al año.
Esta cifra consolida un fenómeno que ya no es novedad, pero sí creciente: la omnicanalidad. El consumidor argentino es cada vez más estratégico, y 2025 se perfila como un año clave para redefinir los roles de los diferentes canales de venta.
El dato es claro: mayoristas y almacenes son hoy los grandes ganadores del cambio de conducta. No sólo porque ofrecen canastas de productos más accesibles (hasta 21% más baratas que en el canal moderno), sino porque amplían su base de compradores con propuestas de valor más alineadas a las nuevas prioridades del hogar argentino.
“Los hogares encuentran una alternativa tentadora en mayoristas y almacenes. Puede ser porque los mismos productos son más baratos o porque encuentran marcas que en super e hipers no están disponibles”, detalla Paulina Argimon, Advanced Analytics Manager de Worldpanel, una división de Kantar.
Las promociones siguen siendo un motor clave para incentivar el consumo, aunque su impacto varía según el canal. En supermercados e hipermercados, el 36% del gasto se realiza bajo promoción, pero eso no alcanza para revertir la caída general en volumen: registran una pérdida de 19 % en productos sin promoción y una suba del 9,9 % en los que sí la tienen.
En cambio, en los mayoristas, donde el 25% del gasto está asociado a promociones, la estrategia da resultados: los productos con promoción crecen 8,8%, el resto se mantiene estable.