El reconocido instructor de artes marciales Asadur Lemseyán denunció públicamente la creciente inseguridad en la zona del dique Cabra Corral, donde, según sus palabras, “ya no se puede estar tranquilo”. En diálogo con El Tribuno, aseguró que los robos recrudecieron no solo en cantidad, sino en gravedad, y que bandas organizadas operan a plena luz del día, sin control policial alguno.
“Se llevan los motores completos, las ruedas de los tráileres, las lanchas que están en el lago y cualquier objeto de valor que puedan rapiñar. No hay controles verdaderos por parte de la Policía”, advirtió Lemseyán.
El ex instructor de la Policía, con más de 45 años de residencia en Salta, explicó que vive a 7 kilómetros de la zona conocida como El Préstamo, y que a pesar de compartir el lugar con vecinos que cuentan con serenos y seguridad privada, fue víctima del robo de su lancha y del motor de su velero, un Yamaha pata larga de 15 HP. “Era un bote simple, sin mucha pinta. Me quedé en la orilla mirando la nave a la que ya no puedo acceder”, relató.
Preocupación
Además, apuntó contra la depredación del espejo de agua por parte de bandas de redeadores, que “trabajan día y noche” y que “conocen al dedillo cada embarcadero, si hay moros en la costa y si pueden actuar con seguridad”.
Lemseyán, de 75 años, continúa en actividad y es considerado un referente dentro del ambiente marcial salteño. “No deseo tener un encuentro con esa gente –y se ríe–, por eso le pido a la Policía que haga algo por los bienes y por los damnificados de estas bandas de delincuentes acuáticos”.
En tono crítico, también cuestionó la falta de respuesta de la Justicia. “Resulta que ahora cuando uno llega a la fiscalía, cualquiera sea, lo recibe una mujer bonita, bella tal vez, de trato amable y convincente. Salís de ahí y ya sabés: te la dibujaron. No hay motor, no hay investigación, no hay recursos, no hay patrulla. Solo un bocadito de dulzura, bah”, lanzó indignado.
El instructor sostuvo que la Policía Lacustre no realiza los controles necesarios sobre las embarcaciones que entran y salen, ni sobre las personas que tienden redes todos los días. “Se manejan en lanchas con motores nuevos y a nadie parece importarle”, deslizó.
Más sereno hacia el final de la charla, Lemseyán pidió que “todos hagan su trabajo y no verseen más”. Y concluyó con un llamado claro: “La zona del dique Cabra Corral no puede ser un lugar de saqueo, sino un polo de atracción turística, con la seguridad que un lugar así se merece”.
Reclamo mi motor
Asadur aseguró ayer que la zona de Cabra Corral merece más atención en cuanto a seguridad. “Ahora me enteré que en el dique hay dos jefes policiales, uno para un tipo de problemas y otro para los restantes, es algo increíble.
Muchas personas denunciaron robos de toda clase y ninguno recibió una respuesta adecuada. Es por eso que decidí hacer público este mi pequeño problema. No es que desee denunciar, no. Deseo que investiguen quién o quiénes me dejaron sin mi lancha y también sin el motor de mi velero y me los restituyan.