Esas imágenes aparecieron en el mundo de Twitter, sin basamento científico, para posicionar al conductor de C5N en el ojo de los escrutinios, por el tenor de un diálogo privado con nuestra compañera de Paparazzi. Desde ese punto, se activó una oleada de repercusiones.
Luciana aclaró ,en este medio, con mucha seguridad el origen de esas capturas y explicó: “Es todo mentira”. Así como confirmó las acciones que ejecutó ante esta problemática: “Está todo en manos de mi abogado Juan Pablo Fioribello y su estudio”.
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Motorizada en la honestidad, y la tranquilidad de su conciencia, la periodista reconoció que se entrelaza un vínculo con Diego: “Sí tengo una buena relación con él, una amistad, a pesar de nuestras diferencias ideológicas”. Por eso, la profesional de la comunicación admitió: “Hemos compartido algunos momentos”.
EL ÚLTIMO ENCUENTRO DE BRANCATELLI Y LUCIANA
A raíz de todo el efecto colateral del caso, Paparazzi comparte un registro laboral de la reciente producción de fotos que coordinó Luciana con Brancatelli, que se llevó a cabo el martes pasado, en el estudio de la revista, por el que transitan cientos de famosos.
En el contexto de la divertida sección “Yo quiero ser”, en la que las celebridades juegan a emular imágenes icónicas, Elbusto convocó al conductor, que se animó a ponerse en la piel de Gonzalo Higuaín, el histórico delantero de la Selección Argentina.
En ese entorno de trabajo, con flashes, maquillaje, cambios de looks, fotógrafos y cámaras, Luciana y Diego construyeron una montaña de poses para alimentar la sección. Así se los percibe en el backstage, en plena jornada de trabajo.
Luciana Elbusto y Diego Brancatelli en una producción de Paparazzi.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/