La municipalidad de Cafayate brindó una balance contable de la última Serenata a través de una conferencia de prensa que se desarrolló la semana pasada. El evento no solo fue un éxito de convocatoria, sino también que se reflejó en los ingresos. Según el balance oficial, el encuentro dejó una ganancia neta de $158.024.825,27, tras haber generado ingresos por más de $1.377 millones y cubrir gastos operativos por alrededor de $1.219 millones.
La venta de entradas fue, sin dudas, el motor principal de los ingresos. Con $992.620.000 recaudados, se trató del rubro más fuerte y una clara señal del interés masivo que despertó la propuesta. Pero no fue lo único: los kioskos habilitados durante el evento generaron $303.969.304, mientras que los sponsors aportaron $67.500.000, y las concesiones de espacios sumaron $13.122.010. Un ecosistema de ingresos que acompañó a un evento de gran escala.
En la columna de egresos, los mayores gastos estuvieron destinados a los artistas, con más de $465 millones, seguidos por bienes de consumo y servicios ($327 millones), y montaje técnico (sonido, iluminación, pantalla y escenario), que demandó $154 millones. También se incluyen rubros como derechos de autor (SADAIC y AADI CAPIF), personal contratado y el service charge de la ticketera, todos contemplados en un esquema que, pese a su volumen, fue superado por la recaudación.
El saldo positivo no solo se mide en pesos. También hubo un impacto significativo en el empleo temporal, en la activación de proveedores locales y en el posicionamiento de la ciudad como sede de grandes eventos culturales. Con estos números, la próxima edición no solo parece garantizada: promete ser aún más ambiciosa.