El hincha de River le recordó a Guillermo -de 52 abriles, este domingo- ese “pasado escrito” en el barrio Chamartín, allí donde se erige el Santiago Bernabéu.
En la víspera, al momento de que River ingresó al campo de juego, por los bafles sonó La Chola de Los Palmeras. Hit que fue reversionado por los hinchas en 2018 para que rime con “el 9 de diciembre”. Fueron dos cortas estrofas con show de luces, alegóricas al triunfo 2-1 del domingo anterior. Y quizás un poco también para el deté visitante.
La reacción fuerte vino después: cuando la voz empezó a nombrar a Vélez, llegó el recuerdo. Fue ahí, 20.05, cuando todo el estadio chifló al Mellizo. Y a continuación, el “tomala vos, damela a mí…” recordando a Madrid,
Una confirmación de lo que se había presagiado con la encuesta de Olé. Y que desterró las opciones de la indiferencia (algunos evitaron el grito, fueron los menos) y el aplauso sardónico para burlarse agradeciéndole a Guillermo por haber perdido la final.
El Mellizo, en Madrid (Marcelo Carroll).
Ahora bien: la reacción estuvo ligada no sólo a aquella ligazón inquebrantable entre GBS y el 9/12 y su significado.
En su etapa como jugador, el Mellizo y River tuvieron una relación que pasó del potencial desembarco en 1993 a la archirrivalidad. Con Guillermo como actor principal.
El pasado de Guillermo contra River
Barros Schelotto, en 2004 frente a River.
El actual técnico de Vélez -invicto como DT en Núñez- tuvo muy buenas actuaciones en la Bombonera, aunque en el Monumental -sin brillar como en la Ribera- también pesó: propició la expulsión de Rubens Sambueza en 2024 en las semifinales de la Libertadores, mientras que un año más tarde trató de “gordo” a Marcelo Salas en pleno derbi.
Pasaron 2.338 días desde que River le ganó aquella definición al equipo de Barros Schelotto. Y 2.353 desde la última vez que GBS había pisado el terreno de juego del Liberti en la tristemente célebre final de vuelta suspendida por la agresión al micro de Boca en las inmediaciones a la cancha.
En el medio, cambiaron muchas cosas. El aforo del estadio (de 66 mil a 85.018), pero también la vida de ambos protagonistas que se reencontraron este domingo. River fue subcampeón de América al año siguiente de la final histórica, y con Marcelo Gallardo ganó otros cuatro títulos antes de que el Muñeco dejara la institución en 2022.
El Mellizo, en Los Ángeles Galaxy.
Posteriormente desfilaría Martín Demichelis durante un año y medio (y otros tres campeonatos ganados) antes de que MG regresara a mediados de 2024.
En paralelo, Barros Schelotto dirigió durante un año y medio a Los Angeles Galaxy de la MLS, antes de ser designado director técnico de Paraguay. Aquella, su última experiencia antes de tomar las riendas de Vélez. No sin ser candidateado a entrenador de Boca pese al estigma de Madrid y en plenos vaivenes de la gestión JR Riquelme en el fútbol.
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