Algo así. Lo decidió la justicia pero lo incumplió el delantero del Galatasaray: este domingo volvió a tener contacto con sus nenas pero “200 imágenes” tomadas por cámaras de todo y tipo y color como si estuvieran filmando una película, una serie o un documental mostraron que junto a las niñas y junto a ese mega-hiper-super inflable que era un castillo o algo parecido estaba ella, la China, sí, la que no debía estar.
Todo sucedió en el parque de la famosa “Casa de los sueños” de Wanda Nara que terminó comprando Mauro Icardi para disfrutar con la China. ¿Puede haber alguna traición más dolorosa? Siempre puede cuando hay un hombre, y encima millonario, y encima famoso, y encima fachero, entre dos mujeres. En ese jardín de varios cientos o miles de metros cuadrados de verde se organizó una tarde a todo trapo. Y ahora, precisamente, hay que aguantar los trapos.
Cuando se conoció que Icardi y la China habían traspasado las reglamentaciones establecidas por la justicia, Wanda Nara se vino de raje de una recorrida laboral que estaba desarrollando en Brasil y acá se encontró con un panorama confuso. Y con sus hijas, según dejó trascender, “distintas” a como están siempre. Menos locuaces, menos verborrágicas, menos revoltosas que de costumbre. Le llamó la atención.
ASI RECIBIERON A WANDA NARA SUS HIJAS ISABELLA Y FRANCESCA
Ayer, en Mujeres Argentinas, María belén Ludueña contó que las chicas no recibieron del todo bien a su mamá. Que ellas pidieron expresamente que no estuviera la China cuando vieran al papá, la justicia accedió a eso, Wanda se los había prometido, pero después sucedió lo que sucedió. “Vos sos una mentirosa, nos dijiste una cosa y después pasó otra” le dijeron las nenas según contó la primera dama comunal.
Ahora, lo que trascendió es una imagen que no se había visto y que deja a las claras cómo fue ese recibimiento. De qué forma se dio. Lo que se observa es un cartel escrito a mano por las dos, aunque no está firmado por ellas. En letras fucsias y negras se puede leer “Bievenida mami” y también otras tres frases: te amo la primera, love la segunda, en ese caso adentro de un corazón, y te extrañé mucho la tercera. También hay corazones rojos y blancos, y puntitos garabateados sobre toda la hoja. “Ayer me recibieron mis hijos entre cartas, sorpresas y mucho amor”. ¿Inflables? No, a ella le alcanzó con eso, sencillito y conmovedor, para inflarle el pecho de orgullo.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/