La llegada de Franco Colapinto al equipo Alpine sigue generando fuertes repercusiones. En medio de los rumores sobre cambios de pilotos y tensiones internas, Oliver Oakes, el jefe de la escudería francesa, se refirió públicamente a los efectos que trajo el desembarco del joven argentino proveniente del Williams Racing.
Durante una entrevista en el podcast F1 Explains, Oakes reconoció que la situación “lo molestó un poco”, especialmente en relación a Jack Doohan, el piloto australiano que viene recibiendo críticas por su rendimiento en este inicio de temporada. “Lo hemos visto recientemente con Jack durante el invierno. Me sentí muy mal por él, todos lo estaban buscando incluso antes de que debutara en la Fórmula 1”, confesó el ingeniero, visiblemente incómodo.
Sin rodeos, Oakes apuntó directamente a la incorporación de Colapinto como un factor que alteró el equilibrio del equipo:
“Me molestó un poco porque fichamos a otro piloto reserva. La intención no era que todos se arriesgaran con Jack; me molestó mucho porque creo que es un piloto joven y necesita su oportunidad”.
La sinceridad del jefe de Alpine dejó en claro el clima de presión que se vive puertas adentro. Además, Oakes reflexionó sobre el impacto de la exposición mediática en el mundo del automovilismo actual: “Supongo que todo esto es parte del mundo de hoy, porque abrimos todo para obtener más contenido, para dar acceso a lo que hacemos. Pero la desventaja es que también hay mucho más ruido”.
El presente de Colapinto: entre rumores y una parada inesperada
Mientras en Alpine se reacomodan las piezas, Franco Colapinto también dio que hablar tras conocerse que no estará en el Gran Premio de Miami. Luego de que subiera un video desde un avión privado a su cuenta de Instagram, los rumores sobre su paradero no tardaron en explotar.
Finalmente, el misterio se resolvió: Nathan Falco, hijo del empresario italiano Flavio Briatore, publicó fotos en redes sociales donde se lo ve compartiendo un asado con Colapinto. Allí, en tono distendido, el joven argentino comentó “Qué asadito, papá”, y su amigo confirmó que ambos están en Mónaco, epicentro de la actividad social y automovilística europea.
Por ahora, el piloto de Pilar continuará ligado al programa de desarrollo de Alpine, mientras aguarda por su oportunidad en la Fórmula 1. Sin embargo, las declaraciones de Oakes dejaron en claro que el ambiente no será sencillo para los jóvenes talentos que luchan por un lugar en la máxima categoría.