El cortejo fúnebre que llevará hoy el cuerpo del papa Francisco desde San Pedro del Vaticano hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado, atravesará a paso solemne seis kilómetros del corazón de Roma en un trayecto cargado de simbolismo.
La ruta seguirá parcialmente el trazado de la antigua Via Papalis, la procesión que hacían antiguamente los pontífices tras ser designados entre San Pedro del Vaticano y la basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma.
Esta ceremonia, rescoldo de los antiguos desfiles del Imperio romano, constituía el primer acto oficial del pontífice como obispo de Roma.
Según confirmaron fuentes de la Policía Nacional, el cortejo de Francisco, que supone uno de los mayores retos a nivel organizativo para las autoridades italianas, pasará delante de lugares tan icónicos como el Coliseo romano.
Tras el final del funeral, que comenzará a las 10 hora local (5 horas en Argentina) del sábado, la procesión pasará por la galería Príncipe Amadeo de Saboya, recorrerá el Corso Vittorio Emmanuele y llegará a la plaza Venezia, para luego girar hacia los Foros Imperiales.
Desde ahí, tomará la Via Labicana y la Via Merulana, dejando al fondo San Juan de Letrán, hasta llegar a la plaza de Santa María la Mayor.
Un vehículo transportará “a paso solemne” el féretro de Francisco, seguido por un reducido número de coches que transportarán a algunos cardenales, si bien el tráfico general estará cerrado.
Se colocarán cuatro pantallas gigantes en el área para que los fieles puedan seguir el funeral y el cortejo fúnebre. Tras el entierro, quien lo desee podrá pasar a rendir homenaje por la tumba de Francisco en Santa María la Mayor.
Estas son algunas de las cifras que dibujan lo que se puede esperar mañana para una jornada histórica:
200.000 fieles ha calculado el Ministerio italiano del Interior que asistirán a los actos del funeral por Francisco. Para el próximo cónclave -con fecha aún por definir- y la elección del nuevo papa, esa cifra asciende hasta los 250.000. Unos 17 grados y un sol radiante se esperan a la hora de comienzo del funeral, aunque el termómetro podría alcanzar los 24 grados a lo largo de la jornada.
Una habitación simple
Francisco, decidió vivir hasta sus últimos días en la habitación 201 de la Casa Santa Marta en Roma, ciudad de Italia. En lugar del Palacio Apostólico, con sus salones dorados, Francisco optó por un cuarto sencillo, sin más que una cama individual, un crucifijo y una lámpara de lectura. La habitación no tenía balcones ni vistas privilegiadas. Tampoco contenía elementos de diseño o mobiliario especial. Este lugar fue su casa cuando apenas había comenzado su pontificado en 2013 y fue por una definición política y espiritual ya que “necesitaba vivir cerca de la gente”, dijo monseñor Guillermo Karcher.