El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, pidió el último miércoles en el Instituto de Finanzas Internacionales una profunda reforma del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y afirmó que ambas instituciones deben volver a conectar con su misión.
“El FMI y el Banco Mundial tienen un valor duradero, pero su misión se ha desviado de su rumbo”, afirmó Bessent. Las dos se están quedando cortas, dijo, y necesitan una reforma.
Bessent dijo que la administración Trump quiere trabajar con las instituciones siempre y cuando sean fieles a sus misiones, lo que actualmente no son, afirmó. Calificó sus agendas de dispersas y desenfocadas, lo que les ha impedido cumplir sus mandatos fundamentales: en el caso del FMI, promover la estabilidad macroeconómica y financiera mundial, y en el del Banco Mundial, promover el desarrollo económico a largo plazo y la reducción de la pobreza.
La administración Trump utilizará el liderazgo y la influencia estadounidenses en estas instituciones e impulsará el cambio. “El FMI ha sufrido una desviación de misión”, dijo Bessent. “El FMI fue una vez inquebrantable en su misión de promover la cooperación monetaria mundial y la estabilidad financiera. Ahora dedica un tiempo y unos recursos desproporcionados a trabajar sobre el cambio climático, el género y las cuestiones sociales.”
La administración Trump considera “absurda” la postura del Banco Mundial sobre China (Reuters)
El Fondo Monetario Internacional, dijo, debería ser un revelador brutal de la verdad. En lugar de eso, afirmó, está “silbando por el cementerio”. El FMI advirtió un día antes de que la economía mundial se encaminaba a una ralentización debido a la incertidumbre y las tensiones comerciales, y que Estados Unidos sufriría en lo que a crecimiento económico se refiere. Bessent se mostró abierto a las críticas, siempre que otros también las escuchen.
“El FMI tiene que llamar la atención a países como China, que han aplicado políticas distorsionadas a nivel mundial y prácticas monetarias opacas durante muchas décadas”, dijo.
Aunque el presidente congeló algunos de sus aranceles tras la caída de los mercados bursátiles y de renta fija, añadió otros para China. China tomó represalias, amenazando con una escalada de la guerra comercial. Puede que la amenaza sea menor en este momento, ya que Bessent planteó una «desescalada». Trump también insinuó una reducción de los aranceles sobre los productos chinos, y los informes dicen que la Casa Blanca podría reducir drásticamente sus aranceles sobre China en breve.
Sin embargo, eso no ha impedido a Bessent declarar que China necesita cambiar, o pedir a las instituciones financieras mundiales que la mantengan al margen. “Tratar a China… como un país en desarrollo es absurdo”, dijo Bessent en alusión al Banco Mundial. Bessent acogió con satisfacción una de las iniciativas del Banco para ampliar el acceso a la energía a cientos de millones de personas en África. Sin embargo, el Banco se ha desviado de su misión.
“El Banco ya no debería esperar cheques en blanco para un marketing insípido y centrado en palabras de moda, acompañado de compromisos poco entusiastas de reforma”, afirmó Bessent. El Banco Mundial no respondió a la solicitud de comentarios de Fortune. Un portavoz del FMI dijo: “Esperamos continuar nuestro compromiso con las autoridades estadounidenses sobre su visión del FMI”.
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