Cada casilla debía servir como un box de control fronterizo en reemplazo de los containers. Pero estas casetas, dicen desde Migraciones en Paraguay, entorpecen la libre circulación de vehículos con turistas, unas siete mil personas por semana, según los cálculos. Esto quedó en evidencia en el último mes, cuando una masa de argentinos cruzaron al lado paraguayo atraídos por los precios y la cotización (1 peso equivale en promedio a 6.70 guaraníes) para el cambio en la frontera.
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El arribo de estas casillas se dio en el último año del mandato de Macri, cuando Bullrich era ministra de Seguridad (el mismo cargo que desempeña hoy en el gobierno de Javier Milei), en medio del operativo “Ferro” y bajo el lema “no va a pasar uno”, en referencia a criminales buscados por Argentina que podían escaparse por la frontera. La campaña de seguridad coincidió con la habilitación del nuevo paso entre Clorinda (Argentina) y Puerto Falcón (Paraguay), que prometía agilizar el tránsito terrestre de personas entre ambos países.
“Entiendo que es un problema de infraestructura. No son operativas por la forma en que están instaladas, según dice la gente de Argentina. No están habilitadas aún y no existe fecha de habilitación. Las casetas son chicas y hay poco espacio para maniobrar”, explicó un funcionario de Migraciones de Paraguay a LPO. El paso fue inaugurado poco antes de la irrupción de la pandemia, cuando permaneció cerrado, lo que frenó el reclamo de las autoridades paraguayas a sus pares de Argentina.
Del lado argentino, los funcionarios de Migraciones coinciden con sus pares paraguayos y señalan que la falta de infraestructura y de espacio explica los inconvenientes a la hora de agilizar el paso de turistas a Asunción. Algo similar ocurre en el Puente San Roque González, entre Posadas y Encarnación, donde los controles en el lado argentino son más exhaustivos y suelen demorar el cruce. Esto queda en evidencia cuando hay un feriado puente y el puesto colapsa.
“Es un problema de infraestructura. Tenemos mucha demora para entrar a Paraguay, podemos estar hasta cinco horas. Quisieron probar y poner en funcionamiento las casillas, pero los conductores tienen problemas para maniobrar porque están en un lugar muy chico. Y ahí está el problema”, comentó a este medio un comerciante de Clorinda.
No están habilitadas aún y no existe fecha de habilitación. Las casetas son chicas y hay poco espacio para maniobrar
Frente a esta situación, la Cámara de Comercio de Clorinda y el municipio formoseño propusieron a las autoridades migratorias replicar un acuerdo de libre tránsito como el que rige entre Foz de Iguazú y Ciudad del Este. A los comerciantes les interesa más apurar el paso de mercancías en la zona, y en Paraguay se mostraron receptivos porque podrían deshacerse de las casillas, aunque dependen de la decisión de Argentina.
Mientras tanto, el gobierno de Santiago Peña busca avanzar con el proyecto auspiciado por el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), que invetirá 32 millones de dólares para medernizar el paso de Puerto Falcón. El plan contempla instalar un “centro de intervención” para mejorar la comunicación entre los dos países con la esperanza de reducir los tiempos de espera y facilitar el tránsito de personas, vehículos y mercaderías.
Fuente: https://www.lapoliticaonline.com