Las exportaciones de carne bovina cayeron un 28% en volumen y un 7,5% en valor durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior.
Se embarcaron unas 142.500 toneladas por un valor aproximado de US$ 694,4 millones, tras el récord histórico alcanzado en 2024.
Solo en marzo, las ventas externas totalizaron 43.400 toneladas por US$ 205,9 millones, lo que representa una caída del 17% en volumen y del 20% en valor respecto a febrero. Frente a marzo de 2024, la contracción fue aún más marcada: -36% en volumen y -20% en valor.
El segmento más afectado fue el de carne bovina congelada sin hueso, con 23.600 toneladas exportadas en marzo por US$ 112 millones. Este volumen representa una baja del 19% frente a febrero y del 43,8% respecto al mismo mes del año anterior.
En el acumulado del trimestre, se exportaron 79.300 toneladas, un 37,6% menos que en 2024, con ingresos por US$ 391,1 millones, un 15,6% menos interanual.
China se mantuvo como el principal destino, con el 67,7% de las exportaciones de marzo y el 65,1% del total trimestral. El precio promedio por tonelada exportada fue de US$ 4.747, un 3,5% inferior al de febrero, y aún muy por debajo del pico histórico de US$ 6.297 registrado en abril de 2022.
Repunta el consumo
El consumo general mostró una leve caída del -0,3% en comparación con el mismo período del año anterior, de acuerdo con un informe privado.
Si bien la retracción es moderada, los datos revelan comportamientos dispares según cada categoría, con algunos sectores en crecimiento y otros aún en terreno negativo, de acuerdo con el reporte de NielsenIQ.
El rubro de bebidas fue el único canal que se contrajo en términos generales, con una baja del -2,7%. La principal caída se registró en las bebidas alcohólicas, que retrocedieron un 10%, mientras que las bebidas no alcohólicas lograron compensar en parte con un leve crecimiento del +0,5%.
Por su parte, los alimentos mostraron un crecimiento moderado del +0,5%, impulsado por los productos no básicos (+1,9%) y las golosinas (+2,2%). Sin embargo, este desempeño positivo fue parcialmente opacado por una caída del -4,5% en los alimentos básicos, lo que da cuenta de un consumo más selectivo y una posible reconfiguración en las prioridades del hogar.
En contraste, las categorías de cuidado personal y limpieza mostraron un dinamismo más marcado, con un crecimiento total del +4,1%.