Procesan a un enfermero y a un militar por venta de fentanilo

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La titular del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, Analía Ramponi, procesó con prisión preventiva al enfermero de un hospital público y su hermano militar detenidos el 20 de marzo pasado en esa ciudad entrerriana acusados de vender fentanilo y otras drogas que ofrecían en chats de la aplicación de mensajería Telegram, en el marco de una investigación que incluyó como infiltrado a un “agente revelador” y estuvo dirigida por la fiscal federal de ese distrito, Josefina Minatta, con la colaboración de la (Procunar).

La titular del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, Analía Ramponi, procesó con prisión preventiva al enfermero de un hospital público y su hermano militar detenidos el 20 de marzo pasado en esa ciudad entrerriana acusados de vender fentanilo y otras drogas que ofrecían en chats de la aplicación de mensajería Telegram, en el marco de una investigación que incluyó como infiltrado a un “agente revelador” y estuvo dirigida por la fiscal federal de ese distrito, Josefina Minatta, con la colaboración de la (Procunar).

Los imputados son un enfermero de 33 años que trabajaba haciendo suplencias en el hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay y su hermano de 28 años, un cabo del Ejército Argentino.

Ambos quedaron procesados como presuntos coautores del delito de comercio de estupefacientes en concurso ideal con el de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización.

La jueza dispuso para ambos la prisión preventiva por la gravedad del hecho imputado y la pena en expectativa, y también un embargo de 5 millones de pesos sobre los bienes de cada uno.

En el procesamiento, Ramponi sostuvo que los hermanos “comercializaban fentanilo y que tenían en su poder un total de 60 ampollas de fentanilo con fines de comercializarlo mediante Telegram, en forma conjunta al menos desde el 18 de febrero al 20 de marzo”, fecha en la que ambos fueron detenidos.

La magistrada señaló que, aparte del fentanilo, se pudo comprobar que los hermanos “vendían sustancias medicinales sin autorización y sin receta médica.

La pesquisa se inició el 21 de febrero con una presentación del MPF que daba cuenta de una denuncia telefónica realizada por una persona de identidad reservada a la delegación local de PFA. Señalaba que un enfermero del hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay (E.R.), vendía a través de Telegram distintas drogas sustraídas del centro médico donde trabajaba.

La instrucción fue delegada a la Fiscalía Federal de Concepción del Uruguay que ordenó a la PFA realizar tareas de inteligencia en las que se logró identificar al enfermero y se comprobó que, a través de dos grupos de Telegram llamados “Los más rico cdelu” y “Entre Ríos”, ofrecía fentanilo con mensajes como: “Activo venta de ampollas de fentanilo” o “repartiendo ampollas de fentanilo, no te quedes sin la tuya”.

Ante la evidencia, la fiscal Minatta solicitó introducir en la investigación a un “agente revelador” digital que con el nombre de “Ricky” se infiltró en los grupos de Telegram donde el enfermero ofrecía las drogas y así la PFA pudo documentar los distintos diálogos que el principal imputado mantenía con sus potenciales clientes y que están incorporados a la resolución del procesamiento.

Llegaba al punto de venta en bici

Para atrapar al enfermero la justicia dispuso que un agente federal actuara encubierto.

Según la resolución, en un diálogo directo con el “agente revelador”, el acusado le manifestó que el fentanilo “vuela”, que no estaba rebajado porque era “puro de laboratorio” y que el precio de cada ampolla era de 35.000 pesos. En base a estos y otros mensajes del enfermero imputado, la jueza sostuvo en la resolución que “se confirmó que mantuvo conversaciones verdaderamente reveladoras vinculadas a la comercialización de estupefacientes”.

El 11 de marzo, el policía encubierto pactó una primera compra controlada, donde el enfermero llegó en bicicleta y le entregó cuatro ampollas de fentanilo a cambio de 55.000 pesos, lo que fue documentado fotográficamente por agentes de la PFA, quienes también reportaron que, antes del encuentro, el imputado pasó a buscar las drogas por el domicilio de su hermano militar.

Al día siguiente, el investigado volvió a comunicarse con el “agente revelador” por una nueva venta y le ofreció 30 ampollas del opioide a cambio de un millón de pesos.

Con las pruebas por la fiscalía y con el aval del juzgado, el 20 de marzo se realizó a través del “agente revelador” otra compra controlada en calles Uncal y Balbín de la Concepción del Uruguay, que culminó con la detención del enfermero que llegó en una moto.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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