Sebastián Frías, el abogado salteño que está en el Vaticano, explica cómo es el proceso tras la muerte del Papa

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Sebastián Frías, abogado rotal argentino de 41 años con destacada trayectoria en el Tribunal de la Rota Romana, explica cómo se organiza el Vaticano durante la sede vacante, quién elige al nuevo sumo pontífice y qué rol cumple la comunidad católica en este momento histórico.

¿Qué es lo que sucede por la muerte de un Papa y dónde está establecido?

Cuando muere un Papa, un obispo de Roma, un Sumo Pontífice, automáticamente en ese momento, desde el punto de vista del gobierno pastoral de la Iglesia, la sede romana, la Santa Sede, el gobierno universal de la Iglesia, queda vacante. Es decir, el lugar de gobierno que ocupaba el Papa difunto queda vacío hasta que sea ocupado por una nueva persona. Y eso está regulado en una norma que fue modificada de otras anteriores que hizo Juan Pablo II, que tiene un nombre en latín que se llama Universi Dominici Gregis, que también la renovó en algunas partes el papa Benedicto y también el papa Francisco, el 22 de febrero de 2013, la retocó. Entonces este tiempo de sede vacante se va a regir por esta ley, ley universal en la que está prevista todas las posibles circunstancias del gobierno universal de la Iglesia en ausencia de un Papa.

¿Qué puede hacer el Colegio de Cardenales mientras la sede apostólica está vacante?

Ahora, el Gobierno de la Iglesia justamente lo toma para las cosas esenciales al Colegio de los Cardenales que son todos los cardenales como cuerpo, orgánico, están para las cosas más de administración o las cosas urgentes o necesarias. No pueden administrar las cosas que en teoría le tocarían al Papa. Para eso hay que esperar que haya un nuevo Papa. Esas cosas no se pueden hacer. Por ejemplo, nombramientos ahora de obispos. Todas esas cosas van a esperar hasta que haya un nuevo Papa que los pueda nombrar. Pero ahora, ¿qué pasa en el Vaticano? ¿Cómo se prepara para la nueva elección? O algún otro asunto de urgencia lo van a decidir. El gobierno lo tiene en el Colegio de los Cardenales. Y después también hay algunas determinadas funciones que para ser ágil, porque imagínense un gobierno de 200 personas no es posible, sino que van a haber dos o tres personas, cargos dentro de este colegio, que van a concretar los determinados actos de gobierno que sean necesarios durante el tiempo.

¿Quiénes son las personas que preparan la elección del nuevo Sumo Pontífice?

Justamente son parte de los colegios cardenales comunitarios. Y este colegio de cardenales se va a reunir. Hay dos tipos de reunión. Lo que llaman congregaciones de los cardenales generales o particulares. Las generales van a ser donde los cardenales van a discutir qué futuro quieren para la Iglesia, cómo tiene que ser el perfil del nuevo Papa, etc.En las reuniones que van a hacer también van a participar todos.

Las congregaciones de cardenales particulares van a ser entre tres o cuatro cardenales elegidos para resolver medidas concretas de gobierno. Por ejemplo, qué se tiene que hacer en los casos de contingencia durante estos días de preparación del funeral y demás. En particular tiene una función primordial, digamos, uno de los cardenales que tiene el título de cardenal camarlengo. Él va a ser como el que va a administrar las cuestiones de la sede vacante y con otros tres cardenales que se llaman cardenales asistentes. Fíjense lo curioso, estos tres cardenales, el camarlengo va a ser el mismo todo el tiempo, pero estos cardenales asistentes son tres que duran tres días en su función y se lo van sorteando para favorecer que sean imparciales, para favorecer mejor el gobierno. Estos tres cardenales asistentes son sorteados y duran tres días en el gobierno y ellos asisten justamente al cardenal camarlengo que es el que va a administrar este tiempo de sede vacante. Estas congregaciones cardenales se van a realizar, por supuesto, ahí en el Palacio Apostólico donde están las oficinas de gobiernos principales del Papa.

Hablando de sede vacante, ¿cómo es que siguen funcionando los dicasterios o Ministerios de la Curia Romana durante este tiempo?

Durante este tiempo, como decía también hace un principio, las cosas más importantes, o sea, que pueden esperar, van a esperar. Los dicasterios que vienen a ser, para decirlo en una terminología del gobierno estatal, lo que en Argentina serían los ministerios, el ministerio de Educación, esos son los dicasterios, van a administrar los asuntos ordinales, las cuestiones que sí o sí que hay que hacerlas porque son de menos trámite, de apertura, de recibir cartas, pero las decisiones de mayor importancia van a esperar. Cada jefe de dicasterio, o sea, cada prefecto, lo que sería cada ministro a nivel estatal, esos cesan en sus funciones también porque fueron nombrados por el Papa, entonces todos estos prefectos de dicasterio cesan en sus funciones del gobierno.

El número uno de cada dicasterio. El número dos sigue estable para poder administrar estos asuntos. Y cuando llegue el nuevo Papa, podrá confirmar estos jefes de dicasterio, estos ministros, o podrá nombrar a los que considere conveniente o de su confianza. Entonces, en este sentido, ellos cesan en sus, los prefectos, los ministros estos cesan en su gobierno, pero el dicasterio continúa con los asuntos ordinarios.

¿Cuánto tiempo son las exequias del Papa difunto?

Las exequias van a durar nueve días. Nueve días son los funerales del Papa, en los cuales la Iglesia reza por el eterno descanso del Papa difunto, y ya cuando se exponga seguramente en la Basílica de San Pedro el cuerpo del Papa Francisco, también todos los fieles de todo el mundo podrán acudir ahí a expresarle su cariño, su afecto, a besar por su alma y rendirle homenaje durante nueve días, y después ya se celebra el descanso del entierro. Y ahí también tienen quince días también los cardenales, o sea, tenemos estos nueve para el funeral, pero en total también quince días para que pueda iniciar el conclave. Ese tiempo también está previsto porque no todos los cardenales viven en

Roma, entonces hay que esperar que desde las más remontas islas del Océano Pacífico y donde sea que estén los cardenales puedan tomar vuelo, barco, lo que sea, y puedan llegar a Roma para poder participar de esta elección. Por eso también está previsto que hayan al menos quince días. Normalmente después del funeral se celebra el entierro al Papa, hay unos días más, y ahí sí se celebra una misa que se llama Pro Elegendo Sumo Pontífice, o sea, para elegir al Sumo Pontífice, y después de esa misa pidiendo invitación al Espíritu Santo, que se realiza normalmente a la mañana, a la tarde ya comienzan las reuniones del conclave. Bien, perfecto.

¿Quiénes son los electores del nuevo Romano Pontífice?

Los electores del Romano Pontífice son únicamente los cardenales de la Santa Iglesia Romana, y dentro de estos cardenales, todos aquellos que no hayan cumplido los 80 años de edad. Cuando ya cumplieron los 80 años de edad, pueden participar en las reuniones previas, en las que discuten qué perfil quieren que tenga el nuevo Papa, pero no ingresan ya a la Capilla Sixtina para hacer la votación. En cambio, esos cardenales menores de 80 años, todos ellos son cardenales electores, y tienen voz activa, o sea, pueden votar, y tienen voz pasiva, es decir, pueden ser también elegidos papas.

También podría ser elegido papa, en la mayoría, uno que no sea cardenal. Podría ser elegido papa cualquier hombre bautizado, incluso que no sea obispo, tendría que ser ordenado obispo en ese momento, pero sería una cosa un poco particular, pero en principio puede ser elegido cualquier varón bautizado como papa, aunque normalmente la elección recae así sobre los cardenales electores también, sobre alguno de ellos.

¿En qué lugar, dónde se realiza la elección del nuevo Papa, y quiénes son las personas que pueden estar presentes en ese momento?

La elección del sumo pontífice se realiza sí o sí dentro del Estado Ciudad del Vaticano, en particular en la Capilla Sextina van a ser las votaciones, pero durante estos días los cardenales también tienen que alojarse dentro del Estado Ciudad del Vaticano, en particular van a habitar donde habita hoy, donde habitaba hasta hoy el Papa Francisco, que es la Casa Santa Marta, ahí todas las personas que viven estos días tendrán que sacar sus cosas para dejar sus cuartos libres para los cardenales de todo el mundo que habitarán esos cuartos hasta que esté elegido el nuevo Papa. Así que van a vivir ahí en la Casa Santa Marta, que queda dentro del Vaticano, y de ahí, cuando sean las reuniones en la Capilla Sextina para la votación, se trasladan todos y están ahí de este modo aislados, exterior, y también así pueden pensar mejor, regresar mejor, estar sin interferencias tampoco ni de gobiernos, ni de personas que quieran influir, ni de nada de esto, para eso también están como aislados durante ese tiempo. Tampoco pueden recibir cartas o emails, mandar cartas y mensajes, usar teléfonos, porque para evitar este contacto, para que no sean influidos por nada, simplemente para que puedan pensar qué es lo mejor para la Iglesia.

¿ Cómo son los actos de la elección del nuevo Sumo Pontífice?

Una vez que se hayan celebrado ya las exequias del Pontífice Difunto, se celebra, como habíamos dicho, una solemne celebración eucarística, con una misa votiva, que se llama en latín Pro Eligendo Papa, para pedir inspiración a Dios para poder elegir al nuevo Papa. Entonces ahí, los cardenales se van a dirigir hacia la Capilla Sextina, en el Palacio Apostólico, donde ahí se va a desarrollar la elección del Papa. Y los cardenales electores que estén ahí.

¿Qué significa el secreto de la elección?

Todos los que participan, de algún modo, sean los cardenales electores, pero también sean algunos de los ceremoniales, que se llaman, que ayudan a la ceremonia eucarística, o también, por ejemplo, las personas que ayudan ahí, por ejemplo, en el servicio para preparar las comidas, para la limpieza, hay algún tipo de personal también mínimo necesario, que va a tener un contacto en estos días y que podría llegar a tener algún tipo de información. Todo esto que sucede ahí, ellos todos tienen que hacer juramentos de guardar secreto, ¿no? Porque, bueno, los cardenales sí pueden hablar entre ellos, dar sus opiniones y demás, y generalmente lo hacen privado y demás, pero podría alguien sentir o lo que sea, bueno, para proteger el secreto, hacen un juramento y todo lo que sucede ahí, muere ahí. No puede ser después contado ni a los periodistas, ni a familiares, ni amigos, ni a nada, bajo pena de excomunión.

Si alguno violara ese secreto, lo que podríamos llamar en el ámbito civil, secreto profesional. Claro, exactamente, sí, sí. La pena es que quedan excomulgados automáticamente, eso significa, ¿no? Entonces, de este modo, los cardenales también pueden debatir libremente, internamente, sabiendo que todo lo que ellos digan queda ahí como un secreto profesional.

¿Nos puede comentar cómo es que se desarrolla la elección?

La elección hoy del sumo pontífice se realiza solo y exclusivamente por escrutinios. Porque antes había elecciones por aclamación, se aclamaba el nombre de un candidato o por lo que se llamaba la elección de compromiso.

Hoy esos dos tipos de elecciones están abolidas y solo se puede elegir el Papa por escrutinio. Lo que quiere decir es que cada uno de los cardenales electores tiene que escribir en un papel, teniendo en su conciencia puesta ante Dios, por quién vota, quién es la persona que él cree que será el mejor Papa que la Iglesia necesita, ¿no? Y en eso escriben en ese papelito y votan, ¿no? Hay toda una ritualidad, un paso que se debe seguir y demás, pero sí. También se suele realizar en primer día, es decir, tenemos la misa a la mañana y a la tarde se realiza pura escrutinio.

Si ahí sale el Papa a la tarde, ya está, tenemos Papa, ¿no? Pero si no llegan a ver el consenso, porque el nuevo Papa tiene que tener para ser elegido dos tercios de los votos. De los 120 cardenales tendrían que votar 80 a favor de uno para poder ser elegido. Si no llega a ese voto, no hay un Papa elegido, ¿no? Entonces en el primer escrutinio, a los días sucesivos se vuelven a hacer otros escrutinios. Dos a la mañana y dos a la tarde, ¿no? Y así hasta que salga un candidato elegido.

¿Cuál sería el plazo, padre, hasta que tengamos nuevo Papa?

Como le decía, puede ser inmediatamente, en el mismo día, eso dependerá de cuánta mayoría se alcance. Y después, si no llega a salir un candidato, después de varias elecciones, a veces un cardenal puede hacer una pausa en un día, por ejemplo, para reflexionar, para hablar. Como cuando a uno no le sale alguna cosa y dice, bueno, va un poquito, ¿no? Y después retoman estas votaciones, ¿no? Y así ya va saliendo, ¿no? O sea, al final hay otras metodologías más sofisticadas que no creo que haga falta explicarlas, porque es muy improbable que se llegue a eso, porque tendrán que pasar días y días. Pero normalmente esperemos que sea veloz la elección, porque eso hace más fáciles las cosas. Sí, bien.

¿Qué hace el resto de la iglesia durante la sede vacante y durante la elección del nuevo papa?

Durante la elección del nuevo papa es muy importante que toda la iglesia rece por el nuevo papa. Eso es un modo también de participar a la elección, ¿no? Participar que Dios impida a los cardinales y cada uno, en cada una de las diócesis, ¿no? En Salta, en Buenos Aires, en cualquier parte del mundo donde estemos, es importante que la gente se congregue en torno al obispo del lugar, que pueda a sus páramos y pueda rezar siempre por el nuevo papa, para que Dios también le dé la gracia de aceptar y lo ilumine en el nuevo gobierno pastoral. Y este es un modo activo también espiritual de participar de toda la iglesia en la elección del nuevo papa. Así no queda solo limitada a los cardenales electores.

¿Puede comentarnos sobre la aceptación del cargo del sumo pontífice por parte del elegido?

Por ejemplo en esta ley que les comentaba de cómo se gobierna la sede apostólica durante el periodo de la sede vacante, en uno de los puntos, ahí el papa Juan Pablo II había escrito una ruega, por así decirlo, ¿no? Que dice que ruega al elegido, cualquiera que sea elegido sumo pontífice, que no renuncie al ministerio, porque a veces se puede asustar, y les dice el papa, y dicen, mira, no, esto es mucho para mí, no me animo, ¿no? Entonces se le ruega al elegido que acepte el ministerio, porque eso es voluntad divina, ¿no? Y que Dios, se les dice, se les va a dar un poco la gracia también para poder sobrellevar esta carga tan pesada como es el gobierno universal de la iglesia, y le va a conceder las ayudas. Por eso se pide también al elegido que pueda aceptar la elección. Y una vez que este elegido acepta la elección, si es uno de los cardenales, que ya es obispo, automáticamente, desde ese momento que dice, sí, acepto, ya es papa de la iglesia, y tiene pleno poder, y puede ejercitar. En el caso que fuera elegido, como decíamos, uno que no es obispo, ¿no? Que está fuera del cónclave de más, en ese caso habría que ordenarlo inmediatamente obispo, y a partir de que acepte el cargo y la ordenación episcopal, sería ya sumo pontífice, pero, supongamos que sea uno de los cardenales que ya son obispo, entonces, inmediatamente después de la aceptación, ese candidato ya sería el nuevo papa de la iglesia. A partir de ahí se anuncia al pueblo y, bueno, comienza el gobierno pastoral.

¿Cómo recibió esta triste noticia?

Para toda la iglesia, la muerte de un sumo pontífice es una cosa muy triste, porque, bueno, es nuestro padre pastor, estamos siempre muy unidos al papa, y ante la muerte del papa a veces nos quedamos un poco huérfanos, ¿no? Entonces hay un poco de tristeza, pero al mismo tiempo tenemos que mantener la esperanza porque sabemos que, como decía el papa Benedicto, que el timón de la iglesia lo lleva Jesucristo. Así que nunca estamos solos, sino que Cristo sigue conduciendo a la iglesia, y bueno, entonces hay que rezar ahora por el alma del papa Francisco, que Dios lo tenga en el cielo con él, y también rezar por la iglesia, por la unidad de la iglesia, por el bien de la iglesia, y por el futuro sumo pontífice, para que sea fuerte, resistente, sea un pastor lleno de amor, de caridad, que pueda también conducir a la iglesia en los tiempos de hoy.

¿Qué nos puede destacar de su trabajo hoy?

Yo ejerzo mi ministerio también, además de, como hace cualquier sacerdote, en la parte sacramental, en la prédica, confesión, misa, etc., siendo abogado de la Rota Romana. ¿Qué hacen los abogados de la Rota Romana? Llevan causas jurídicas ante los tribunales de apelación de la Santa Sede del Papa, que tiene competencia en todo el mundo.

Es un tribunal que, como la Corte Suprema de Justicia en Argentina para todo el país, creo que es la Rota Romana para todo el mundo, para la iglesia. Entonces ahí van la mayoría de las causas en segunda instancia. La gran mayoría son causas de inmunidades matrimoniales, pero también hay causas de tipo patrimonial, causas de tipo penal también, ¿no?, eclesiásticas.

Así que eso es lo que hace el abogado de la Rota, participando, o sea, defendiendo a una de las partes, o haciendo algunos de los roles de encarga en el tribunal, como defensor del vínculo y demás. Así que tratamos de colaborar también a promover la justicia dentro de la iglesia, que, como todos sabemos, en la iglesia, como en toda sociedad humana, formada por hombres, también puede haber injusticia. Entonces hay un tribunal para promover la justicia, como en cualquier nación, y la justicia es la base también del amor.

Si tenemos justicia, podemos vivir el amor. Si somos injustos entre nosotros, no podemos vivir la caridad. Entonces la justicia también es parte del mensaje evangélico, porque es la base donde se va a poder parar el amor fraterno, el amor a los demás, especialmente a los más pocos.

¿Quiere agregar algo más o cerramos aquí, Padre?

No, por mi parte, solo eso. Recemos por el Papa Francisco, pesemos por la iglesia y por el nuevo sumo pontífice.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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