En este caso, el Vaticano suspende todo tipo de audiencias y comienza a organizar el funeral, que se lleva a cabo entre el cuarto y sexto día posterior al fallecimiento. En el mientras tanto, el Colegio Cardenalicio asume la administración temporal de la Iglesia católica hasta que todos los cardenales se reúnan en un cónclave.
En esa reunión definen al sucesor del Sumo Pontífice , y la misma se realiza entre los siguientes 15 y 20 días después de la muerte. Los cardenales menores de 80 años votan en la Capilla Sixtina hasta alcanzar los dos tercios necesarios para definir un nuevo Papa.
La elección de un líder se da a conocer una vez que el famoso humo blanco sale de la chimenea de la Capilla Sixtina. Una vez que el nuevo Papa acepta el cargo y elige un nombre, se lo proclama ante la Plaza San Pedro.
Luego sale balcón de la Basílica de San Pedro y da su primera bendición Urbi et Orbi (del latín “A la ciudad de Roma y al mundo”), dando así el comienzo de un nuevo ciclo en la Iglesia católica.
Cambios en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis
El Papa Francisco realizó cambios en el protocolo ante la muerte del Santo Pontífice, con el objetivo de simplificar el proceso.
“El papa Francisco pidió, como él mismo ha afirmado en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma exprese mejor la fe de la Iglesia en Cristo Resucitado” , explicó el arzobispo Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas.
A través de la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, libro litúrgico que guiará los funerales del Papa, se modificaron y eliminaron algunos de los pasos:
– Se eliminaron los tres ataúdes tradicionales (ciprés, plomo y roble) y se dejó un solo de madera con un revestimiento interior de zinc.
– La constatación de la muerte será realizada en la capilla privada, no en la habitación del Papa.
– El cuerpo se pondrá en el ataúd y expuesto para la veneración de los fieles dentro del féretro abierto.
– El traslado al Palacio Apostólico no se realizará más, e irá directo a la Basílica de San Pedro.
– Durante la exposición, no se colocará el báculo papal junto al féretro.
– Ya no será más un entierro de doble o triple sepultura.
– Y el rito de los “novendiales”, los nueve días que siguen al funeral, se ajustará con cuatro formularios de oraciones en vez de tres.