Tato Young: “Ves la muerte. Yo siento que elegí vivir”

0
29
María Laura Santillán Con Tato Young

Si decimos que Tato volvió de la muerte no exageramos, fue así. El 19 de septiembre de 2024 sufrió un ACV producto de un aneurisma. Estuvo en coma, pasó 64 días internado, bajó más de 20 kilos y perdió la memoria. De Tato Young hay distintas fotos de su recorrido como periodista. Están quienes lo identifican con las historias que cuenta porque es un gran contador de historias, que busca en lo cotidiano lo importante, que convierte algo chiquito en gigante. Otros tenemos la foto del investigador que publicó libros explosivos, que se metió con los servicios secretos. “El libro negro de la Justicia”, “Código Stiuso”, “SIDE, la Argentina secreta”, son algunos. Dos en uno, un Tato se mete en la más profunda de las oscuridades y otro Tato disfruta y delira con las pequeñeces de la vida.

– Ese es el Tato que estalló, el de las dos cosas al mismo tiempo.

– Estalló. Pero primero quiero saber, ¿volviste?

– Estoy volviendo.

– No es de golpe.

– Vuelvo a un ritmo un poquito más pausado, la realidad te va empujando.

A lo largo de su vida Tato trabajó en diarios, en la tele, en la radio. Hace más o menos 15 años su trabajo en radio explotó, trascendió. Hoy conduce en Radio Mitre su programa “Volviendo a casa”.

– Los oyentes te extrañaron mucho.

– Increíble fue. Yo estaba saliendo de mi casi muerte, lo que sea que haya pasado en mi viaje, y era impresionante la reacción de los oyentes. Sí, fue muy conmovedor.

“Me olvido las cosas, ahora me las olvido más. Ya era distraído, imaginate ahora”, dijo Tato Young en entrevista con María Laura Santillán (Fotos de Candela Teicheira)

– Todos los días preguntaban por vos, te lo habrán contado.

– No te creas, porque además y me olvido las cosas, ahora me las olvido más. Ya era distraído, imaginate ahora.

– Podemos hablar hoy del sobreviviente, a esta edad somos todos sobrevivientes de algo. Estás con poca memoria, ¿es lo que más te cuesta recuperar?

– Estoy trabajando mucho en la memoria, me cuesta recuperar algunos períodos. Estoy trabajando para intentar retener por lo menos lo que necesito.

– La recuperación.

– ¡Qué laburo! Ahora ya no tanto porque estoy mejor, pero antes era todos los días. La psicóloga cognitiva, los trabajos de recuperación de memoria, de recuperación física: bajé más de 20 y pico de kilos. No tenía fuerza para nada, no podía mover las piernas, te duele todo. Sí, es un laburo de recuperación muy impactante.

“TUVE UN ANEURISMA QUE ESTALLÓ Y SE ME INUNDÓ LA CABEZA DE SANGRE”

– Se cumplieron ya seis meses del ACV que sufriste.

– Es un montón y al mismo tiempo es muy poco, dicen que tardás un año y medio en recuperarte. Yo tuve un aneurisma que me estalló, se me inundó la cabeza de sangre, se me tapó de sangre. Me tuvieron que hacer agujeritos, como en las películas, y ponerme tubitos para que drenara la sangre, porque sino estallaba. Eso fue hace seis meses. Se supone que el cerebro colapsa y te lleva de viaje. La mayoría de la gente no vuelve, yo, por suerte, volví bastante entero.

María Laura Santillán con Tato Young – “SE ME INUNDÓ LA CABEZA DE SANGRE. EL CEREBRO COLAPSA Y LA MAYORÍA DE LA GENTE NO VUELVE”

“EL CEREBRO COLAPSA, LA MAYORÍA DE LA GENTE NO VUELVE, YO VOLVÍ BASTANTE ENTERO”

– La mayoría de la gente no vuelve, el porcentaje de muerte es muy alto.

– Hay gente que vuelve, pero que vuelve mal. Gente que vuelve y que no puede recuperar todas sus funciones, o sus piernas, o sus brazos, o su cabeza. En teoría, no voy a tener ningún tipo de rastro de lo que me pasó, pero tengo que trabajar todavía en mi recuperación.

“YO ME SALVÉ PORQUE ME QUERÍA SALVAR. YO SIENTO QUE ELEGÍ VIVIR”

– Tenés casi la obligación de ocuparte.

– Es que no hay otra que ocuparse. Lo vivo como un deseo, el apego a la vida. Yo me salvé porque me quería salvar. Yo me salvé porque había algo dentro de mí que decía: no, esto no, esto no. Porque ves muchas cosas, ves la muerte y elegís. Yo siento que elegí vivir.

– ¿No fueron los médicos?

– Los médicos me dieron la chance. Los médicos abrieron mi cabeza varias veces, tres o cuatro.

– ¿Por qué estás tan convencido de que lo que te salvó fue tu decisión de vivir?

– Porque lo ví. Ví mi cerebro, obviamente en el delirio al que te llevan no solo las drogas que te dan, también la inundación de sangre del cerebro. El cerebro reacciona y te lleva a pasear.

María Laura Santillán con Tato Young – “VES LA MUERTE. Y YO SIENTO QUE ELEGÍ VIVIR”

– También las drogas te hacen alucinar.

– Sí, todas las drogas y el cerebro estallado, una combinación de cosas. En total estuve 64 días internados, de los cuales más de 40 no sé dónde estuve. Tengo algunas sospechas, pero no estaba en la cama.

– Mientras tanto tenías diálogo con la gente que te visitabas y hoy no las recordás.

– Yo le cuento a mi familia las cosas que veía y dicen, “¿pero si vos nos hablabas a nosotros?” Tres o cuatro días estuve en coma profundo mientras hacían los ajustes que tenían que hacerme en el cerebro. Y después volví y hablé con todo el mundo, tuve conversaciones larguísimas con mi mamá, con mis hijos, con mis hermanos, con mis amigos, con Lorena (n de la r: Maciel) que siempre estaba.

– Pero no te acordás de nada.

– No solo no me acuerdo de nada, por ahí les hablaba de un partido de Racing y de golpe les contaba que estaba viajando por el espacio. Me iba a cualquier lado.

– Lo curioso es que no te acordás del mundo real, de las personas que estaban ahí.

– No, de eso no me acuerdo, de lo que hablaba con ellos o de la vida normal no me acuerdo nada.

– Debe haber sido bueno lo del mundo de fantasía, porque sonreís cada vez que lo decís.

– Es que el cerebro te ayuda a soportar el dolor y te lleva a pasear, como digo yo.

– Tenés buenos recuerdos de esas penumbras.

– Sí, tengo buenas sensaciones, no son buenos recuerdos. Porque si yo pienso las cosas que vivía eran terribles. Se ve que era mejor eso que el dolor físico.

– Vos sufriste dolor físico, ¿tenés recuerdo de dolor físico?

– El aneurisma es un estallido, dicen que es una cosa muy dolorosa y yo de eso no me acuerdo porque perdí la conciencia.

– ¿Descansaste también?

– Sí, un montón, dormí muchísimo, jajajaja. Dormí lo que nunca había dormido en mi vida. Y ahora todavía estoy cansado todo el tiempo, también me pasa eso, el cuerpo perdió capacidad de resistencia. Hago mucho ejercicio, voy al gimnasio casi todos los días, hay que meterle mucho laburo. No tenía músculos, ahora estoy bastante bien. La vuelta viene de a poco, no hay que volverse loco. Ya estoy bastante bien igual, me ves, jajaja.

“Dormí lo que nunca había dormido en mi vida”, contó Tato Young durante el reportaje

– Yo te veo como nuevo.

– Sí, me cuestan más algunas cosas, me cuesta más arrancar. El cerebro es un músculo también, hay que ejercitarlo. Hago mucho trabajo para ejercitar el cerebro.

– Eso puede ser divertido.

– Es muy agotador. Yo hago muchos ejercicios, antes todos los días, ahora dos, tres veces por semana. Los ejercicios duran una hora, yo termino liquidado.

– Queremos que ir viendo cómo la vas llevando.

– Recién cuando venía para acá me paró una pareja. Todos transmiten eso, “tuviste suerte, te ganaste la lotería, dale para adelante”. No quiero sonar soberbio con que “lo decidí yo”. Los médicos me salvaron, pero hubo un momento donde yo decidí que quería seguir viviendo. Creo que eso hace la diferencia, porque si no tenés motivos para seguir viviendo, si no tenés ganas… Yo tenía a mis tres hijos ahí atrás, sino no sé si la seguís peleando, porque el proceso es cansador.

-Tenés que ir al gimnasio todos los días, ejercitar la cabeza, trabajar el cuerpo cansado. ¿Hay algo que te esté resultando divertido?

– A mí todo me está resultando. Yo estuve internado mucho tiempo con gente que no estaba bien físicamente entonces ver gente sana, ver gente vital, todavía me produce mucha alegría. Aunque ya me fui de mi período de internación, ya pasaron casi tres meses, todavía me da alegría ver gente sana.

“ESTOY MUY CONTENTO DE ESTAR VIVO”

“Los médicos me salvaron, pero hubo un momento donde yo decidí que quería seguir viviendo”, explicó Tato Young

– ¿Quedó fijada esa vivencia de ver a gente enferma en el hospital?

– Sí, me quedó miedo al hospital muy fuerte, y eso que me salvaron. Disfruto mucho de salir a caminar. No estoy pudiendo correr porque todavía no me recuperé del todo, pero salgo a caminar. Me gusta mucho trabajar, estar con gente. Estoy muy contento de estar vivo.

– ¿Qué es lo que cambió después de haber estado cerquita de la muerte?

– Yo lo estoy descubriendo.

“TENGO QUE EMPEZAR A DECIR: “ESTO NO ME GUSTA, ESTO NO QUIERO, ESTO NO NOS SIRVE.”

– No es inmediato.

– No, no es inmediato. Obviamente valorás más algunas cosas. También evitar el mal trago, evitar las cosas que no te gustan. Hay que sacárselas de encima, primero aprendiendo a decir que no, que es dificilísimo. Yo digo que tengo el sí fácil, tengo que empezar a decir ‘esto no me gusta, esto no quiero, esto no me sirve’. No es egoísta decir ‘esto no me sirve’, es sanador, ese es el ejercicio que todavía tengo que aprender. Volví y dije: esto no más. Pero es una batalla del día a día el aprender a elegir todo el tiempo. Hay un momento en la vida en que hay que tomar decisiones.

– Como si estuvieras jugando al ajedrez y se armara de nuevo la partida.

– Al ajedrez yo juego todo el tiempo y uno de mis viajes era un juego de ajedrez. Es efectivamente así, hay que jugar.

“LE PERDÍ EL MIEDO A LA MUERTE”

– ¿De todos esos viajes oníricos, únicos, trajiste algo para acá? ¿Te dejaron cosas que aparecen ahora?

– Sí, creo que esos viajes son las cosas que me transforman. Me hicieron perder el miedo a la muerte, por ejemplo. No le tengo miedo a la muerte, no es menor eso.

“Hay un momento en la vida en que hay que tomar decisiones”, aseguró Tato Young

– A todos la muerte nos aterroriza.

– A mí lo que no me gusta es el dolor físico. Pero después, si hay que apretar un botón, apretamos el botón. No le tengo miedo, le perdí el miedo a la muerte. Al final, se apaga y no pasa nada. El dolor sí es un tema, hay que hablar de eso, hay que hablar de la gente que está postrada, dolorida. En algún momento este país se animará, en otros países ya lo hacen.

– Tenés certezas nuevas, y algunas alivian.

– Eso que decías vos que me parece muy trascendente: la capacidad de elegir. Yo no era de decidir mucho. Hay que decidir más, hay que hacerse cargo.

– Cuando se pierde el miedo de la muerte me parece que se pierden otros miedos.

– Hay que aferrarse menos tal vez. Estamos un ratito acá, hay que disfrutarlo lo más que se pueda. Soñé que escribía lo que estaba viviendo y cerré la computadora. Cuando me iba del hospital uno de mis hijos me trajo la computadora que había dejado en casa y pensé: yo estuve escribiendo todos estos días. ‘No, no escribiste nada’. O sea que me imaginé que lo había escrito. Cuando llegué a mi casa de verdad, después del hospital, empecé a reconstruir eso, ahora estoy en un parate.

– ¿Empezaste a escribir el libro de autoayuda ? ¿Yo estuve ahí y vi la luz? No hay muchos que pueden contarlo.

– Sí, jajaja, no hay tanta gente que haya estado un ratito asomado del otro lado, creo que vale la pena contarlo. Está bueno contar que no es terrible la muerte.

– Es terrible pero hay que afrontarlo.

– No pasa nada.

– Yo no creo que no pase nada, uno antes se sentía inmortal.

– Y no, no somos inmortales.

“YO VOLVÍ A NACER, ME REGALARON UNA NUEVA CHANCE”

– ¿Estás más sensible ahora?

– No, menos sensible que antes. Obviamente me lloré todo en algún momento, pero siempre fui muy sensible. Vos me ves como un muchacho bravo, pero soy un duro sensible. Me estoy construyendo todavía. Yo volví a nacer, siento que volví a nacer. Es laburo, no es tan fácil, pero al mismo tiempo es un lindo desafío. Me regalaron una nueva chance, no tengo 20 años, pero lo voy a aprovechar igual.

– Volviste a nacer. ¿En esta vida nueva vas a fumar y chupar o tenés que cuidarte?

– Fumar no, chupar tengo que cuidarme, puedo tomar un poquito.

“Yo volví a nacer, siento que volví a nacer”, expresó Tato Young (Fotos de Candela Teicheira)

– Nunca trabajamos juntos, ¿por qué dicen que sos gruñón?

– Tengo carácter, pero me divierto. Es como un juego que hago el de cabrón, pero en el fondo mis compañeros saben que soy bueno.

– En la radio hacés una catarsis fuerte.

– Sí, soy de mecha corta. Lo que pasa es que los enojos se me van.

“HAY QUE HACERSE UN POCO FAMA DE LOCO, SINO TE PASAN POR ARRIBA.”

– ¿Te calentás por pavadas ahora?

– No lo sé. No creo que sea eso lo que me enfermó. Mi carácter es mucho más dócil de lo que algunos creen. Soy bastante permeable y me la banco. Es una manera de reírme de mí también, ser un poquito mal llevado y esas cosas. Además porque en este medio si no sos un poco mal llevado, te pasan por arriba.

– Más vale que digan que somos bravos.

– Más vale, sí, un poco loco estoy, jajaja. Estoy un poquito chapa, hay que hacerse un poquito de fama de loco, si no te pasan por arriba.

“TE ABRAZAN, TE BESAN, PERO FRENTE A LA MUERTE UNO ESTÁ RECONTRA SOLO. CUANDO TE VAS A MORIR ESTÁS SOLO”

– ¿Quiénes son ahora los imprescindibles?

– Mis hijos. También en estas experiencias uno aprende que estar solo es parte de la vida. Cuando estás ahí estás solo, por más que estén acompañándote. Te abrazan, te besan, te miman, pero frente a la muerte uno está recontra solo. Entonces tenés que aprender desde ahora a estar solo. Al final somos gente sola que vive junta en una sociedad. Somos individuos y en esas situaciones aparece el individuo. Por más amor que uno reciba, yo recibí todo el amor del mundo, al final en esos viajes estás solo. Yo viajé muchísimo en mi cabeza porque mi cerebro, para que yo no sufra, me sacó a pasear. Y siempre estaba solo. Todos los que me conocen saben que si hay algo que amo en el mundo es a mis hijos. No estaban, estaba solo ahí. Cuando te vas a morir, estás solo.

María Laura Santillán con Tato Young – “FRENTE A LA MUERTE UNO ESTÁ RECONTRA SOLO”

– ¿Qué te dijeron tus hijos cuando volviste a estar consciente?

– De todo, hablé un montón con ellos. En algún momento me reprocharon que yo no tenía empatía por el dolor de ellos. Porque yo estaba en Disneylandia, contando mis historias, donde estuve… Y ellos me decían, “pero nosotros estuvimos bancando acá, estuvimos sufriendo, hechos pelota y vos te matás de risa contando tus historias”. Ese reproche me lo hicieron y lo entendí, el que está al lado del enfermo sufre un montón, mucho más que el enfermo. El más chiquito, tiene 18 años recién cumplidos, venía de estar conmigo en su viaje de egresados y estaba un poquito más impactado. Estaba con ellos bailando, haciendo el trencito y esquiando en Bariloche y de golpe terminé atado y con cables en la cabeza en el hospital. No sé si mi hijo sentía alguna responsabilidad, era el que estaba más sensibilizado. El del medio es el que más se hizo cargo del cuidado, es el más maduro. Y mi hija más grande, Miranda, que tiene 24, estaba muy cariñosa, puro mimos. Me llevo muy bien con mis tres hijos, creo que es mutuo. Nos amamos, nos queremos, nos cuidamos y hablamos mucho.

– En el universo que vas describiendo no hay una mujer como proyecto ni como nada?

– No, no por ahora. Está Lorena.

– Está tu ex mujer, claro.

– Es familia. No, por ahora no. Es que en mis viajes por el espacio no estaba buscando una dama, estaba recontra solo.

– Solo y bien.

– Jajaja, se me ocurre que mucha gente, por esta cosa culposa que tenemos los humanos, está todo el tiempo pensando: “ay pobre Juanito, la está pasando horrible”. Y Juanito está solo viajando por el espacio.

– ¿Sentís que ayuda contarlo así, tranquilo, sin drama, con una sonrisa, naturalizando un poco la muerte?

– Y sí, si nos vamos a morir todos. Esto es un rato, estamos en este mundo un rato. Hay que pasarlo bien, hay que amar mucho, hay que divertirse mucho y saber que después vendrán otros a habitar este mundo.

– ¿Cuando descubras algo me lo vas a contar? Quiero saber qué descubriste, porque empezó un camino de descubrimiento.

– Sí, está bien lo que decís, esto recién empieza. Nunca es definitivo. No quiero transmitir la idea de que la pasé horrible porque la verdad es que no la pasé horrible. ¿Tuvo momentos feos? Sí, muchos, pero no la pasé horrible. No la pasé horrible y me ayudó un montón de gente y eso hay que agradecerlo tanto.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí