Messi y la locura de la gente por verlo: los récords que rompió en distintos estadios de la MLS
La presencia del rosarino en cualquier estadio de la liga despierta un interés pocas veces visto en la historia de algún deporte. No importa si la entrada cuesta miles de dólares, si es en un continente u otro, si es un amistoso, la gente va a verlo. Messi es una eminencia que genera una atracción difícil de explicar en los fanáticos del fútbol, y atraviesa hasta a lo que no les gusta este deporte. Y en cualquier lado que juegue Inter Miami o la Selección Argentina, el estadio va a estar lleno. Seguramente porque sea la primera o única vez que vean a uno de los mejores jugadores de la historia, o quieren volver a disfrutar de un verdadero crack que hace todo bien con la pelota en sus pies.
Y muchas veces equipos que no suelen llenar sus estadios lo terminan logrando gracias a la presencia de Lionel. Eso ocurrió este sábado con Columbus Crew, que jugó en el Huntington Bank Field y, si bien no lo llenó literalmente, metió 60.614 personas. Un récord histórico en este recinto (sin contar partidos de la NFL) y que refleja todo lo que significa Messi. Si bien se trataba del partido más atractivo de la jornada en la MLS, la gran mayoría compró su ticket para ver jugar a Lionel.
Un récord histórico provocado por Messi. (@ColumbusCrew)
Pero Columbus no es el único rival de Inter Miami que aprovechó la figura del 10 rosarino para vender una gran cantidad de boletos. A cualquier parte donde vaya el equipo vestido de rosa, y mejor dicho Messi, los estadios estarán a reventar. También le pasó a Chicago Fire, New England Revolution y Sporting Kansas City, por mencionar algunos equipos de la MLS. El Fire, en el Soldier Field, superó su récord de asistencia ante Inter Miami (fueron 62.358 espectadores), los Revs hicieron lo mismo en el Gillette Stadium (65.612 aficionados) y ni hablar los Wizards en el GEHA Field de Arrowhead Stadium (vendieron 72.610 boletos).
Todos con el mismo asterisco: estaba Messi en el campo de juego. No es una casualidad y tampoco es algo nuevo, pero no deja de sorprender. Más allá de que tenga casi 40 años y no sea el mismo Messi que era en Barcelona, la gente se desespera por comprar un ticket, paga fortunas y todo para verlo, aunque sea un rato, al mejor jugador del planeta hace tiempo. Leo siempre tiene destellos de magia y lo demuestra cada vez que le toca salir al verde césped, ya sea con la de Inter Miami o con la de Argentina.
Messi mueve una cantidad inimaginable de personas. (Scott Galvin-Imagn Images)
Uno ya lo normaliza porque es algo que vemos desde hace muchísimo tiempo, pero no es normal. No es normal que en cualquier rincón del mundo haya una camiseta suya, no es normal que personas de todas las edades hablen de él, no es normal la gente sea capaz de viajar cientos o miles de kilómetros para ver 90 minutos -o menos- de Messi, no es normal que camine por cualquier lado y todos los ojos de los presentes estén posados en él. No es normal. Un fenómeno imposible de comparar y que no deja de sorprender. Simplemente explicado, si se quiere, con cuatro palabras: Lionel Andrés Messi Cuccittini.
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