El hijo de Romina Yan debutó en el automovilismo: “Mi madre hoy hubiese sido mi fan número uno”

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Valentín Yankelevich fue séptimo y sexto en sus dos primeras carreras en autos con techo (@valenyan_)

Proviene de una familia de sangre azul en el mundo del espectáculo y especialmente en la televisión, pero Valentín Yankelevich desde muy chico tuvo un amor innato por los autos de carrera. Desde un karting de juguete a un cuatriciclo bajo el atento cuidado de su madre, Romina Yan. A sus 22 años, cumplió su sueño de ser profesional en el automovilismo y debutó en la primera fecha del Turismo Carretera 2000, flamante categoría que es fiscalizada por la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC).

El bautismo fue en el Autódromo de Centenario en Neuquén, los días 29 y 30 de marzo, y en las dos competencias terminó séptimo y sexto entre 16 corredores. Integra la escudería AXION Energy Sport Team, que tiene a Agustín Canapino como baluarte. Valentín aprovecha al máximo poder compartir el equipo con el Titán de Arrecifes, quien hasta el año pasado corrió en la IndyCar y ganó 15 títulos nacionales. Si bien Yankelevich busca aprender y sumar experiencia, demostró sus condiciones porque hace solo tres años comenzó a correr y fue en karting. Ahora vive su primera temporada completa en autos con techo.

En el escenario patagónico se lo vio con su abuelo, Gustavo Yankelevich, quien es una persona clave en su decisión de dedicarse al automovilismo. Luego del estreno en sociedad, Valentín aceptó el mano a mano con Infobae.

Valentín desde muy chico amó los autos. En la imagen, sobre un karting de juguete (@valenyan_)

-¿Cómo nació tu amor por el automovilismo?

-La verdad que mi familia siempre nos permitió “volar” y tratar de que nos acerquemos a lo que más nos gustaba a cada uno de nosotros. Ahí mi pasión con el automovilismo tiene una historia un poco más retorcida porque siempre estuve cerca, pero distintos motivos me fui alejando. Hasta que hubo un momento de definición en el que yo no me encontraba personalmente, que no estaba contento con lo que estaba haciendo y surgió la posibilidad de arrancar a correr en karting.

-¿En ese momento a qué te dedicabas?

-Estudiaba Economía y había intentado trabajar o ayudar a mi familia en lo que sería la producción. Pero no me encontraba. No me gustaba y al final del día me iba a la cama y pensaba “no lo disfruté”. Por eso lo de la historia retorcida y capaz es un poco triste decirlo, pero yo mismo había alejado de ese sueño de ser piloto por estas distintas razones.

-¿Cómo tomaste la decisión de ser piloto?

-En ese momento me prejuzgaba y decía “¿che, podré hacerlo? Estoy grande ya”. Aunque en ese momento se me vino esa pregunta, “¿qué quiero hacer de mi vida?”. Y ahí fue cuando mi abuelo Gustavo me volvió a poner frente a mis ojos lo que siempre me había gustado y siempre había sido mi sueño. Él me dijo “che, a vos toda la vida te encantaron los autos, las carreras, ¿no querés intentarlo?” Ahí fue todo un proceso de empezar a encontrar a las personas correctas que nos pudieran ayudar en este camino y por suerte conocí al Pato Silva (campeón de TC, TC 2000 y Fórmula Renault). Él me ayudó y me enseñó mucho, primero con el karting y luego probé un auto de Fórmula en los Estados Unidos.

En una foto del recuerdo junto a su madre (@valenyan_)

Luego de esos primeros ensayos Valentín comenzó a correr en karting y el año paso hizo sus primeras armas en autos con techo, con su actual equipo, pero en el TC 2000. Como corre con el patrocinio de la mencionada petrolera, se pasó a la escisión que tuvo como destino la ACTC. Conforma un equipo múltiple campeón a cargo de Marcelo Ambrogio y corre con un Renault Fluence. Como el resto de los coches de la categoría tienen motores Berta V6, que hoy alcanzan los 380 caballos, pero podrían llegar a 530 HP. Sus primeras participaciones fueron en un marco multitudinario ya que compartió escenario con el Turismo Carretera.

-¿De chico, qué categorías mirabas?

-Recuerdo mucho de la Fórmula 1. También, los primeros contactos con los karting de alquiler en los cumpleaños y de chico cada vez que me subía era algo fascinante. Volvía a mi casa y decía “esto es lo que quiero en mi vida”. Para alguien que no es fierrero le es difícil comprender nuestra pasión. Quizá se preguntan, “¿qué le ves a unos autos?, ¿qué le ves al ruido de los motores?” Y eso es algo que no se puede explicar. Entonces, viéndolo para atrás, en ese momento quizá mi familia no lo veía como una posibilidad, pero también era muy chico y nunca guardé rencor ni nada. Después cuando fui más grande empecé a ver más automovilismo nacional y me gustaba el TC, el TC 2000 y el Turismo Nacional.

-¿Quién es tu referente como piloto?

-Tengo una historia un poco graciosa, ya que iba al mismo colegio de la nieta del Flaco Traverso y ahí fue la primera vez que vi un piloto en vivo y en directo. La verdad que un crack, para mí es uno de los mejores que hubo en la Argentina y sobre todo su actitud fuera de la pista y arriba del auto. Luego, también me pasó lo mismo con el Pato Silva. Pero tengo un gran respeto por todos los pilotos porque mientras más dentro estoy, más entiendo los riesgos y las dificultades que tienen.

-¿Cómo es ser compañero de Canapino?

-Es un privilegio. Tuvimos una prueba en Córdoba previa a la carrera de Neuquén y ahí pude compartir con él ya que estábamos en el mismo hotel. Yo estaba con auto y él no, y lo llevé y la verdad que fue un viaje de media hora hablando de todo y aproveché a preguntarle por su experiencia y me dio varios consejos. Agustín es uno de los mejores pilotos de la Argentina, pero llegó al equipo y nos comenzó a ayudar a todos los pilotos. No se guarda nada, es un gran compañero. Por ejemplo, en una tanda de ensayos en Neuquén yo tenía un problema con los espejos, no veía bien y en un momento veo pasar el auto de Agustín y lo tapé porque encima yo venía medio lento. Cuando vuelvo al box dije “me va a querer matar”. Le voy a pedir disculpas y me dice “no, Valen, quedate tranquilo, es tu primera carrera, tenés que aprender así que no te preocupes”. Lo hace todo muy ameno.

Valentín Yankelevich en los boxes del Autódromo de Centenario. Sonríe con su abuelo Gustavo, que fue clave para pueda ser piloto (@valenyan_)

-¿Cómo fue el debut en ante una multitud en el mundo del TC?

-Fue una locura lo de la gente. Es hermoso recibir tanto cariño de los fanáticos y compartir esa pasión que hay alrededor de todos los autódromos. Antes del debut no estaba nervioso, sino muy ansioso. Después, cuando comenzaron las prácticas entraron un poco los nervios, pero una vez que prendés el motor se te van las dudas y todos los miedos. Para mí fue un debut soñado.

-¿Qué objetivo tenés en este primer año?

-En mi primera carrera quería terminar y pude hacerlo dentro de los diez primeros. Si me pongo expectativas a corto plazo muy altas, es más fácil frustrarse. Acá lo importante es que vaya ganando experiencia, cuidar el coche y evitar problemas con otro corredor. Hoy el resultado es secundario.

-¿Cómo hiciste en la carrera del domingo con la tormenta de viento?

-Fue muy complicada la final, una odisea. Imagínate que el TC no pudo correr. En nuestra carrera hubo momentos que uno iba en la recta y no se veía nada. Pero fue una condición más que se dio por la geografía de donde estábamos y tampoco hay que darle mucha vuelta, solo ponerle el pecho. Lo disfruté mucho y así fue en cada salida a pista, ya sea el entrenamiento, clasificación o las dos carreras que hubo, yo bajaba del auto feliz, agradecido a todo el mundo que estaba alrededor, que había sido parte de este camino. Fue una felicidad muy grande para mí.

-¿Y qué diría tu mamá si te viera?

-Esa pregunta me la hice muchas veces, porque muchas veces trato de pensar en qué hubiera dicho, en cómo hubiera estado. Creo que al principio tendría miedo, pero como también a ella le importaba mucho que nosotros estemos bien y hagamos lo que nos gustaba, creo que al fin de cuentas ese miedo se iba a ir e iba a ser mi fan número uno e iba a estar en todas las carreras. No se iba a perder ninguna, de eso estoy seguro. Quizá lo hubiese vivido con nerviosismo a la hora de ver una carrera. Pero creo que estaría orgullosa de mí, por sobre todas las cosas que he pasado en la vida y las he logrado sacar adelante. Estaría muy feliz de que estoy haciendo lo que me el alma y el corazón. Y eso es lo más importante.

Valentín Yankelevich recuerda a su madre y afirma que hoy hubiese sido su fan número uno

-¿Recordás alguna historia con ella vinculada al automovilismo cuando eras chico?

-El primero que me regaló un karting eléctrico fue mi abuelo Gustavo, que iba a 2 por hora, pero cuando sos un nene parece que vas volando. Mi mamá no me lo dejó usar y cuando se enteró le dijo “vos estás loco, ¿cómo le vas a regalar esto? Todavía es chico”. Creo que no llegaba tener ni dos años. Me lo tuvo guardado por un año hasta que después lo pude usar. Después pasó la misma historia cuando me quiso regalar un cuatriciclo. Ahí mi mamá me lo dejó usar en la playa, pero ella iba conmigo arriba y no quería que nadie más vaya. Pero ella nunca me frenó en nada, siempre quiso que fuese feliz. El poco tiempo que la tuve conmigo, lamentablemente, me transmitió eso y fue muy importante.

-¿Pensás dedicarte de lleno al automovilismo?

-Yo soy una persona que sueña mucho para adelante. Pude cumplir el sueño de ser un piloto profesional. Tengo el alma competitiva desde que nací. Trabajé mucho para estar donde estoy y voy a seguir trabajando para ganar. O sea, yo no quiero ir a pasear. A largo plazo, el nuevo sueño sería poder vivir del automovilismo, pero sé que es un deporte muy complicado acá en nuestro país. Me encantaría sumar categorías, pero eso ya es trabajo para para más adelante. Hay muchos factores que ya no dependen de mí, pero sigo abocado completamente a estar en el automovilismo y a disfrutar el mayor tiempo que pueda.

Valentín Yankelevich se muestra muy feliz por haber cumplido su primer sueño en el automovilismo. Ese fin de semana en Neuquén cada vez que se bajó del auto recibió el abrazo de su abuelo Gustavo, quien lo acompañó en cada momento. La emoción de ambos fue muy grande. Y desde el cielo, su madre también debe haber disfrutado al ver tan feliz a este joven que de chico jugaba con un karting eléctrico y hoy se convirtió en piloto profesional.

Valentín con su Renault Fluence (@valenyan_)

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales

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